A casi dos meses de la asunción de las nuevas autoridades provinciales, lo que se sospechaba se concretó: el Gobernador sigue al pie de las letras las órdenes de su antecesor, continuando las mismas políticas –con los mismos métodos- que rigieron durante los ocho años de Luis Beder Herrera como máximo mandatario.
Quienes saben leer los ‘gestos políticos’ habrán anticipado este escenario cuando Sergio Casas anunció a su ‘nuevo’ Gabinete. La mentira se dilapidó rápidamente, de ‘nuevo’ no tenía nada: solo hubo enroque en algunas áreas, castigando a algunos funcionarios ‘desleales’ a Beder Herrera y premiando a bederistas de pura cepa. Cinco ultra bederistas (a los que se los suele acusar de ‘más papistas que el Papa’) se quedaron con cargos vitales en la estructura del Gobierno: Hacienda (Ricardo Guerra), Secretaría General de Gobierno (Mercado Luna), Infraestructura (Juan Velardez), Educación (Juan Luna Corzo) y Fiscalía de Estado (Héctor Durán Sabas).
Amén de los nombres propios, lo más preocupante es que no ha cambiado la ‘esencia’ del Gobierno Bederista. Aquellos ítems que en cada encuesta que ordenaba el Doctor figuraban como ‘grandes rechazos’ de los riojanos, siguen persistiendo –y peor aún- intensificándose. Las SAPEM, la Corrupción y el Peligro de la Minería son los tres índices negativos con los que debía convivir Luis Beder Herrera. Nada cambió al respecto: el descontrol y la falta total de transparencias en las SAPEM, la Corrupción Estatal, y el peligro latente de Desarrollo Minero siguen presentes en el Gobierno de Sergio Casas.
El cambio de nombres propios (Sergio Casas por Beder Herrera) no hace olvidar a los riojanos la corrupción reinante en las SAPEM. Nadie sabe cuántas son, cuáles dan pérdida, quién las maneja y –principalmente- quién las controla. Las SAPEM siguen siendo un ‘chorro de fondos sin límites’ que sale de las arcas estatales y nadie controla, ni lo ‘cierra’. Tal es el desmanejo, que Juan Luna Corzo dejó la ‘Gerencia General de las SAPEM’ para asumir como Ministro de Educación, y nadie informó quién fue su reemplazo. ¿Alguien ocupó su lugar? ¿O Luna Corzo sigue manejando esa Gerencia paralelamente al Ministerio de Educación? ¿Desapareció esa Gerencia? La oscuridad y falta de transparencia de las SAPEM es cada vez más fuerte e intensa.
Burlar el Sistema Electoral no significa adquirir legitimidad
El pasado 5 de Julio Luis Beder Herrera hizo gala de su calidad de Estadista y logró que su candidato (una persona con más del 80% de desconocimiento popular) gane la elección y se transforme en el nuevo gobernador de La Rioja. Para concretar su maquiavélico plan, una vez más amañó el Sistema Electoral (miles de colectoras que permitieron que una gran porción de riojanos votaran a Casas aún sin saberlo) y sacó rédito de la descomunal Dádivas que se repartieron en toda la Provincia, esas mismas dádivas de las que se avergonzó tras las elecciones del 2013, y las que prometió que no volverían a tener lugar en La Rioja.
Lo cierto es que el bederismo triunfó, las quejas de la oposición fueron inútiles y carentes de legitimidad; ya que no solo aceptaron las reglas de juego, sino también utilizaron las mismas herramientas: Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria tuvieron 12 colectoras en Capital. Pero existe una realidad a la que Sergio Casas se está enfrentando: el hecho de haber burlado la voluntad popular no significa que esa ‘voluntad popular’ haya cambiado y ahora lo respalde.
La realidad indica que más del 70% de la población repudia fervientemente las SAPEM. Mediante una brillante estrategia electoral, se logró ‘confundir’ a una gran porción de ese 70% de riojanos, haciendo votar al candidato del espacio que impulsó las SAPEM. Sin embargo, esos 7 de cada 10 riojanos que NO quieren las SAPEM siguen existiendo. Es decir, existe una cierta cantidad de riojanos que –conscientemente- repudian las SAPEM e –inconscientemente- votaron a Casas, pero aún con Casas Gobernador, siguen fustigando las SAPEM.
Consecuentemente, se desprende que con la ‘estrategia electoral’ de Beder Herrera se logró consagrar a Casas como Gobernador, pero ello no significa que se haya convencido a los riojanos de que las SAPEM ‘son buenas’. Elegimos las SAPEM para ejemplificar, pero este escenario se repite con muchas otros ítems, como la Corrupción, la Megaminería, los Salarios Bajos, etc.
El panorama para Sergio Casas no es alentador, muy por el contrario es altamente complicado. Luis Beder Herrera combatía ese alto descontento popular que ostentaba su Gobierno, con la ‘estirpe de líder político’ que fue creando desde hace más de una década. Ante cada embestida opositora, gracias a su calidad de estadista y a su liderazgo indiscutible, Beder lograba salir airoso. Ahora bien, qué pasará cuando todos los riojanos volvamos de la vacaciones, abandonemos ese estado de ‘relax’ y despreocupación que alimenta el receso, y descubramos que nada cambió en el Gobierno. Cómo hará Casas para justificar que todos los males que el 70% de los riojanos le reclamaba a Beder Herrera, siguen existiendo en el actual Gobierno.
¿Podrá Sergio Casas soportar las embestidas que se repetían contra Beder Herrera? Casas no está ni cerca de poseer el liderazgo ni la ‘estirpe de político’ que ostenta el ex Gobernador.
Gobernador Paralelo
Como si fuese poco peso para Sergio Casas tener que gobernar con el fantasma de ser un ‘títere’ de Beder Herrera, auto amenazando su estabilidad constantemente; el actual mandatario deberá aprender a lidiar con el hecho irrevocable de tener un Gobernador Paralelo, encargado de dar las ‘buenas noticias’ para la Provincia. Desde el momento que Julio Martínez fue designado como Ministro de Defensa de la Nación, Casas supo que Mashasha sería un constante dolor de cabeza para su Gobierno.
En la Provincia ‘manda Beder’, con sus innegables lazos en la Justicia, en el propio Gabinete de Casas, y en los Diputados más importantes para manejar la Legislatura. En Nación, para La Rioja, ‘manda Martínez’, teniendo contacto directo a toda hora con Mauricio Macri y con todos sus Ministros. Cada noticia ‘buena’ para la Provincia que llegue desde Nación, tendrá a Julio Martínez como ‘impulsor’ y protagonista, con la respectiva foto con el funcionario del área correspondiente. Pero eso no es todo: Mashasha tendrá la capacidad para ‘complicarle’ las cosas a Casas cuando el lo decida conveniente.
Si en La Rioja ‘manda Beder’ y en Nación ‘manda Martínez’, la gran pregunta es dónde manda Casas. Por el momento, en ningún lado. Ni siquiera en su propio Gabinete, ya que no pudo elegir a los funcionarios que lo acompañarán en su Gestión.
En los primeros meses de Gobierno, la única meta de Casas será ‘sobrevivir’. Si lo logra, luego será tiempo de comenzar a construir un Gobierno Propio.
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