
A la hora de definir con precisión la protesta que están llevando a cabo los estudiantes de la UNLaR, muchos utilizan varios calificativos que difieren categóricamente entre sí. Rebelión, Revuelta y/o Revolución son usados muy livianamente para referirse a la cruzada que están llevando a cabo los alumnos. Intentaremos diferenciar brevemente cada concepto.
Según el ensayo “Estudios Sociológicos (sociología de la revolución)” que se presentó en el Noveno congreso nacional de Sociología en Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM -México, 1958-, una Rebelión puede definirse como “el ejercicio del fenómeno de rebeldía (oponer resistencia) amplia que emprende una sociedad determinada contra las estructuras sociales y políticas existentes; en ella se levantan las armas contra la injusticia, las autoridades los propietarios, pretendiendo reivindicar algo o bien evitar la aplicación de una medida, pero generalmente no se busca la transformación al orden establecido. La rebelión es parte intrínseca de todo movimiento revolucionario”.
Por otro lado, Umberto Melotti nos dice -en ‘Revolución y sociedad’- que una Revuelta puede ser definida como”el acto social de protesta y de defensa inmediata que los hombres practican políticamente contra sus enemigos cercanos. Permeada de gran espontaneidad, no tiene programa, ni sólidos contenidos ni grandes objetivos radicales, por lo regular suelen ser de orden local y de muy corta duración. Su propósito fundamental es enfrentar algo que afecta directamente a la sociedad del lugar, para destruirlo o erradicarlo. Por sus propias condiciones las revueltas no llegan a tener en general trascendencia”.
Por último, y en un análisis más profundo, Carlos Herrero Bervera explica en ‘Revuelta, rebelión y revolución’ que para que exista una Revolución deben darse –ineludiblemente- tres elementos:
1) Que se presente una ruptura en el proceso evolutivo, una reorientación cualitativa en la historia de una sociedad, afectando no tal o cual aspecto de la vida social; sino la sociedad en su conjunto.
2) Que las masas participen activamente y en gran escala en el proceso; impulsando la transformación social.
3) Que exista en el campo revolucionario una clase o fracción de clases que pueda plantear el problema del poder estatal; es decir, de la sustitución de la clase reaccionaria o conservadora por otra más avanzada, “capaz de modelar –como decía Engels- la sociedad a su imagen y semejanza.
Si logramos entender correctamente la diferencia sustancial que existe entre estos tres conceptos, podremos comprender por qué Tello Roldán se niega a renunciar y –en el caso que lo haga- el significado histórico que ello conllevaría. Como primer aproximación, deberemos afirmar que para el Rector, la protesta de los Estudiantes solo se trata de una ‘Revuelta’. Sólo de esa manera, Tello Roldán logrará atravesar esta ‘sacudida’ y restablecer el orden cuando pase el ‘boom’ mediático.
En esta lectura, Tello Roldán quiere auto convencerse de que la protesta surge sólo por el supuesto ‘cesanteo’ de los 42 docentes en el mes de Septiembre. Por ello, cuando se reunió con Martín Gill (Secretario de Políticas Universitarias de la Nación) el Rector hizo hincapié sólo en esa problemática. Obvió tratar los otros reclamos (reforma del Estamento, persecución, concurso de docentes) e intentó convencer al funcionario nacional que resolviendo las ‘cesantías’ todo volvería a la normalidad.
Sin embargo, cuesta creer que Gill –habiendo presenciado la histórica marcha del Domingo- haya pensado que la protesta estaba ‘permeada de gran espontaneidad’ y ‘carezca de trascendencia’. La organización que demuestran en su proceder los Alumnos que integran la Asamblea General, hacen pensar que este ‘movimiento’ se viene entramando desde hace tiempo. No se trata de una rebeldía espontánea de oponerse por oponerse sin tener sustentos; sino de una protesta sólida con un deseo intrínseco de transformación. Es debido a ello que los alumnos piden constantemente el Estatuto para poder estudiar su modificación.
Los estudiantes riojanos parecen cumplir a rajatabla los tres elementos establecidos por Bervera para comenzar a hablar de una ‘Revolución’: Rompieron con el proceso evolutivo de la UNLaR, afectando a la Sociedad en su conjunto; las masas participan activamente aglutinando a todos los sectores; y –al parecer- existe una clase o fracción de clases (la Asamblea General) que puede dar las garantías para sustituir a la clase reaccionaria o conservadora por otra más avanzada.
El proceso que está viviendo La Rioja excede el ‘nombre’ de Enrique Tello Roldán. No se trata aquí de obtener su renuncia, sino de poner fin a un determinado período de Tiranía y absolutismo que los estudiantes no están dispuestos a seguir soportando. Ahí radica la distinción entre el pedido de ‘muchos medios’ y el de los estudiantes: mientras los primeros insisten en la renuncia de Tello Roldán, los alumnos aclaran que “no sólo pretenden su dimisión, sino la de todas las autoridades que lo acompañan”. Los ‘Medios’ buscan terminar con una persona; los estudiantes, en cambio, con un ‘proceso’.
Frases como «Nos quitaron tanto, que hasta nos quitaron el miedo», «Haremos temblar la UNLaR» y «Insisto, resisto; existo» dan cuenta de que no se trata de una mera ‘Revuelta’. Habrá que ver si enunciados tan profundos teóricamente hablando, logran plasmarse en el actuar de los estudiantes y sostenerse en el tiempo.
Para clarificar el panorama, retomemos a Umberto Melotti: “Mientras la revuelta se desarrolla de manera espontánea buscando un objetivo inmediato, la rebelión es oponer resistencia para que se ejerza alguna medida por desarrollarse pero que no busca trasformar el orden jurídico en el cual se vive. La revolución es un proceso, es decir regularmente es de muy larga duración, los cambios se pueden ir proyectando poco a poco hasta llegar a una transformación radical de la forma existencia de vida y ese cambio radical va acompañado de la violencia”.
Traduciendo lo anterior a la realidad actual riojana, podríamos decir que “Mientras la revuelta es pretender que reincorporen a los 42 Docentes cesanteados, la Reblión es oponer resistencia para que se concrete la Renuncia de Tello Roldán. La revolución es el proceso que desean concretar los alumnos, no sólo obteniendo la renuncia del Rector, sino también provocando la transformación del régimen actual (reformando el Estatuto).
En este mismo espacio, la semana pasada hablamos sobre la Reforma Universitaria que llevaron a cabo los estudiantes cordobeses en 1918. Sin dudas, ese fue un movimiento revolucionario. Sus compañeros riojanos pretender repetir semejante enmienda; para lograrlo, el camino a recorrer es bastante largo. No concluye con la ansiada renuncia del Rector. Por el contrario, ese será el principio de un tumultuoso camino que los estudiantes (y toda la sociedad riojana) deberán recorrer.

