Por Maximiliano Butteler*
Estamos a menos de un mes de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, mejor conocidas como las PASO, y todavía no hay confirmación oficial sobre quiénes serán los que competirán para ganar la gobernación en la provincia de La Rioja. Sin embargo, hay dos espacios claramente diferenciados, cuya polarización se corresponde con lo que sucede a nivel nacional.
A pesar de que algunos sectores de la política se refieren a las PASO de manera despectiva, diciendo que no define nada (la mayoría de los candidatos ya están definidos) y que, por lo tanto, son una gran pérdida de recursos públicos y, otros la rebajen a la categoría de una gran encuesta nacional, lo cierto es que van a brindar al electorado un panorama más claro de cara a octubre.
En este año electoral, tanto la carrera a la presidencia de la nación como a la gobernación de la provincia han generado un panorama social de alta volatilidad. Esto es debido a que no existen fuertes convencimientos de la mayoría de los electores con respecto a uno u otro candidato. En contraposición, lo que existe es una crisis de identidad de los partidos políticos y una tendencia al voto coyuntural por parte de la gente.
Desde este punto de vista, se entiende un poco mejor las estrategias electorales que están llevando adelante los máximos referentes a nivel nacional. Existen dos frentes principales que, se especula, van a captar la mayor parte de los votos argentinos. Estos son, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. No obstante ello, no hay que dejar de mirar lo que sucede con el Frente Consenso Federal.
Tanto Cristina Fernández de Kirchner como Mauricio Macri son los que polarizan a la sociedad argentina, y ambos, líderes de sus respectivos espacios, han despertado la euforia de propios y ajenos al realizar inesperadas decisiones para hacer frente a las elecciones. Cristina ha decidido no ser la candidata a presidente, y acompañar en la fórmula a Alberto Fernández. Mauricio, para no ser menos, ha elegido como compañero de fórmula a un peronista, Miguel Ángel Pichetto.
Lo interesante de estas dos decisiones políticas ha sido el hecho de que las personas elegidas por los referentes fueron reconocidos críticos de sus respectivos gobiernos. Alberto Fernández y Miguel Pichetto no han perdido ocasión para diferenciarse, tanto de Fernández de Kirchner como de Macri.
Quizás por esto haya sido tan contundente el efecto social y mediático, generando mucha expectativa por lo que pueda ocurrir en las urnas.
Lo que aparentaba ser más fuerte de lo que actualmente muestra es el Frente Consenso Federal (CF), herido por las bajas de quienes decían ser referentes. Sergio Massa y Miguel Pichetto, en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, respectivamente, han dejado a CF en una situación de debilidad. A pesar de ello, Roberto Lavagna decidido a ser candidato a presidente será acompañado por Juan Manuel Urtubey en la fórmula presidencial.
La estrategia de CF es mostrarse ante la sociedad como la tercera vía en un mundo de polarización extrema entre “kirchnerismo” y “macrismo”. Este espacio es crítico a los dos modelos que hegemonizan la pugna por la presidencia y ha buscado diferenciarse desde un principio. Se autodenominan como el Frente que más le conviene al país, pero no es claro si han logrado capitalizar al sector de la sociedad que no quiere ni uno ni otro de los polos en disputa.
Como se dijo, a nivel provincial la polarización también se hace presente. El peronismo ha mostrado su absoluta adhesión a la candidatura de Alberto Fernández y, por su parte, el radicalismo a la reconversión de la alianza CAMBIEMOS, pasando a ser Juntos por el Cambio. Pero esto no implica que haya consenso dentro de cada espacio para la elección de los candidatos a la gobernación.
De cara a agosto, entonces, la sociedad riojana concurrirá a las urnas probablemente sin saber quiénes son los candidatos definitivos a disputar la gobernación, pero teniendo en claro que existen dos modelos que hegemonizan la carrera presidencial. En medio de una profunda crisis económica y social, los candidatos intentarán capitalizar la crisis o despegarse de la misma, dependiendo de los espacios correspondientes.
En suma, las PASO dejarán un escenario con mayores certezas con respecto a la cantidad de porcentajes que espera obtener cada frente partidario. Por esto mismo, será un mensaje interesante para todos aquellos involucrados en la política, lo que el ciudadano elija en su ejercicio cívico deberá ser tenido en cuenta en el último tramo de cara a octubre.
(*) Licenciado en Relaciones Internacionales. Director General de Asuntos del Interior del Ministerio de Desarrollo Social
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