La ‘inoportunidad’ suele ser un pecado capital en la política. Cuando un dirigente carece -o pierde- el tacto para ser oportuno y certero, su imagen popular paga las consecuencias. En pleno debate político y mediático sobre la ‘prescindencia’ de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, cuenta Paul Johnson en ‘Tiempos Modernos’ que el entonces presidente Norteamericano aleccionó a sus asesores: “Muchas veces en la política lo importante no es el ‘qué’, sino el ‘cuando’; no tengo dudas de que terminaremos participando del conflicto bélico, pero todavía no es el momento oportuno”.
Llegó el ataque japonés a Pearl Harbor, y fue entonces cuando Franklin Delano Roosevelt consideró ‘oportuno’ accionar directamente en la SGM. Esa habilidad para ‘saber esperar’ el momento adecuado le permitió a Roosevelt convertirse en el único político en ser elegido cuatro veces presidente de los Estados Unidos.
Si existe una lección que Luis Beder Herrera debe aprender de su estadía en la Gobernación, es que en La Rioja –por el momento- NO hay licencia social para la Megaminería. El heroico triunfo del pueblo famatinense ante dos Empresas Multinacionales (Barrick Golg y Osisko) dejaron en claro que todo lo relacionado con ‘Minería’ es –repetimos: por el momento- ‘mala palabra’. El escenario excede la discusión de ‘si está bien o no la explotación minera’ o ‘si es conveniente o perjudicial para el desarrollo de la Provincia’, Beder Herrera debería entender que, si sueña con permanecer en el poder, debería olvidarse de sus proyectos Mineros.
Tratándose de la estirpe de político y estadista que goza la figura del Gobernador, cuesta comprender por qué se insiste en re instalar el tema en los medios y en el imaginario popular. La semana pasada, Beder Herrera dio dos fuertes gestos de sus deseos de convertir a La Rioja en una Provincia Minera: recibió al alcalde de Copiapó (a la que siempre ‘alaba’ por su desarrollo Minero) y asistió a los festejos en Catamarca por el Día de la Minería, deshaciéndose en elogios para los Gobernador y Empresarios Mineros.
Como corolario, el espacio más influyente que tiene el Gobierno Provincial en los medios para ‘comunicar’ sus iniciativas (El Mirador), dedicó su artículo exclusivamente a hablar de las ‘bondades’ del desarrollo minero. “La Rioja no puede ser una isla frente a un perfil de país definido y que tendrá a la minería como el ‘caballito de batalla’”, se despacha la última página de El Independiente pare exhortar a un intenso debate y declarar a la Minería como Política de Estado.
¿Puede Beder Herrera aspirar a un tercer mandato consecutivo si insiste en Instaurar una Industria que no cuenta con Licencia Social? No solo Famatina se opone a la Minería, las encuestas indican que más del 70% de toda la Provincia rechaza la Explotación Minera a cielo abierto. Beder y sus asesores deberían recordar las palabras de Franklin D. Roosevelt: “A veces lo importante no es el qué, sino el cuándo”. A un año de las elecciones, hoy NO parece ser el ‘cuando’ indicado para debatir y discutir ese ‘qué’.
Scioli Minero
La situación de los candidatos presidenciables con respecto a la Minería es radicalmente diferente a la de los referentes riojanos. La posición de los riojanos ante la minería no es ‘crucial’ en la elección de un presidente por dos cuestiones básicas: Scioli (o cualquier otro candidato) puede ganar el comicio sin vencer en La Rioja, San Juan y/o Catamarca; y los votos que le aporte nuestra Provincia a Scioli no serán definidos (mayoritariamente) en base a su postura Minera, sino por el Candidato a Gobernador que lo respalde y mueva ‘el aparato’ en su favor.
Para ser presidente, Daniel Scioli debe triunfar o hacer una buena elección en Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe. En ninguno de esos distritos la ‘Minería’ define el voto de los electores; como sí lo hace en La Rioja. Consecuentemente, es entendible que Scioli se permita manifestarse públicamente a favor del Desarrollo Minero.
A propósito del Gobernador Bonaerense, está confirmado que el próximo sábado (17 de Mayo) visitará La Rioja. La incógnita que surge naturalmente es a qué líder local apoyará pensando en el 2015: Luis Beder Herrera ó Ricardo Quintela. La misión de Scioli es eliminar la ‘ó’ y transformarla en una ‘y’. El pre candidato presidencial está convencido que es ‘la unión del peronismo’ la que lo llevará a gobernar el país, y utilizará todas sus armas para hacer el último intento de ahunar posiciones entre el Doctor y el Gitano, a los que considera ‘amigos personales’.
En su visita a la Provincia durante el mes pasado, el Sciolismo consiguió esa ansiada unidad en la Juventud Riojana: Alfredo Menem y Juan Del Moral (titulares del área en el Municipio Caapitalino y Provincia, respectivamente) dejaron los egos y personalismos de lado, y organizan conjuntamente el Rockear BA en La Rioja, que servirá de ‘excusa’ para la visita de Scioli. El Sábado en el Predio Ferial jóvenes bederistas y quintelistas se mostraran juntos y sonrientes ante –seguramente- un marco imponente de público.
La tarea para el Gobernador bonaerense es un tanto más complicada: Beder Herrera no se resigna a abandonar la Gobernación y Quintela sabe que ésta es su gran chance de llegar a la Casa de las Tejas. Scioli no tiene argumentos para convencer al Intendente capitalino de que ‘decline’ su candidatura; en cambio, podría ‘seducir’ a Beder para ‘llevárselo’ a Capital en el 2015 (Congreso Nacional o –incluso- algún cargo en su Gabinete).
Vale recordar que la permanencia de Scioli en el Kirchnerismo tenía como única condición que Cristina no reforme la Constitución Nacional para ir por un tercer mandato. En ese ‘anti reeleccionismo’ es donde los quintelistas harían hincapié cuando tengan su turno de reunirse con el bonaerense. “Lo que vos le pediste a la Presidenta es lo que nosotros le pedimos a Beder”, sería el argumento (bien simple y concreto) que esgrimirán los Q.
La visita de Scioli será vital, pero no habrá definiciones. No tiene un candidato a Gobernador definido antes de su visita, y no lo tendrá luego de ella. Sin embargo, en las reuniones que mantenga con ambos referentes locales, podría irse la última esperanza para los que siguen ilusionándose con un Peronismo Unido. O –contrariamente- comenzar el camino de la reconciliación. ¿Le servirá a Scioli su ‘famosa’ paciencia y persistencia para ‘unir’ al peronismo riojano?
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