¿Qué es este “Nunca Más”?
Desconozco cuántas provincias llevaron adelante una labor tan exhaustiva, en sintonía con la que a nivel nacional realizara la CoNaDeP creada por el presidente Alfonsín. Lo cierto es que en La Rioja,-aunque suene paradójico-, el otrora gobernador Carlos Saúl Menem (el mismo que años más tarde, siendo presidente de la República, indultaría a los genocidas condenados en los memorables Juicios a las Juntas) ordenó mediante el Decreto N° 624 del 12/3/84 la creación de la Comisión Provincial de Derechos Humanos con el objeto de que receptara las denuncias de toda persona que como testigo y/o damnificada, quisiera exponer sobre su caso o los de sus familiares, víctimas del terrorismo de estado. Esto dio como resultado dos textos denominados: “Informe final y documentos elaborados” y “Testimonios recibidos” respectivamente, ambos con autoría de la Comisión Provincial de Derechos Humanos. Se trataba de muchísimas páginas tipeadas a máquina que se encuadernaron en tres tomos que fueron entregados al gobernador con la recomendación de ser publicados, lo que no se llevó a cabo por parte de Menem.
¿Quiénes integraron la Comisión Provincial de Derechos Humanos?
Mediante el decreto N°1321 del 12/5/84, se designó a los integrantes: Prof. Blanca Graciela Alem, presbítero Gervasio Mecca y doctores Daniel César Herrera, Jorge Raúl Mercado Luna, y Domingo Carlos Tulián. Se sumaron los diputados Nicolás Zenón Bazán, Omar José Rodríguez, Carlos Omar Menem, Miguel Ángel Morales y Julián César Juárez. Actuaron como secretarios los ciudadanos Alfredo Olivera y Cipriano Navazo.
¿Cuál es el contenido de este texto?
Ricardo Mercado Luna en su libro Los rostros de la ciudad golpeada (Canguro, LA Rioja, 1997) describe la obra con estas palabras:
«El material reunido, como resultado de estos instrumentos legales, consta de tres partes: La primera, denominada “analítica”, fue elaborada a partir de las denuncias recibidas; la segunda incluye “un apéndice estadístico de los cesanteados, presos, desaparecidos, muertos y otros documentos”; y la tercera está constituida por los testimonios receptados que son verdaderamente desgarrantes. Tres gruesos volúmenes tipeados a máquina guardan esta valiosa información que sería de desear, viesen algún día la luz de la publicación.»
Esa “luz de la publicación” que pedía Mercado Luna a más de doce años de elaborado el informe, se hizo realidad a medias, varios años después en dos oportunidades.
Primera publicación masiva:
En 2006, animada por el impulso que el gobierno del Presidente Néstor Kirchner diera a la apertura de las causas por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura argentina, la Legislatura de La Rioja publicó en una tirada limitada, los faccísmiles de aquel informe de 1984 y de toda la documentación incluida por la Comisión Provincial, aunque omitió la valiosa nota al entonces gobernador Menem, mediante la cual los redactores hacían entrega del trabajo encomendado y explicaban su contenido. En esa nota, la comisión provincial agregaba pedidos concretos a modo de sugerencias al mandatario. La buena intención de la Legislatura de haberla impreso aunque fuera en una cantidad escasa de ejemplares, no contribuyó en mucho a su divulgación puesto que, al no ser otra cosa que la imagen achicada de cada uno de los folios originales del informe, resulta de muy difícil lectura y en algunos tramos, quizá correspondientes a fotocopias de documentos, se hace francamente ilegible.
Segunda publicación masiva (parcial):
En el año 2010 se edita una parte: la primera, acaso la más significativa, de aquel informe. Si bien se trata de una edición más cuidada y trascripta debidamente, no pasa de ser apenas una muestra del original. Se llevó a cabo con el sello del gobierno de La Rioja. El problema de esta edición está en el título que puede confundir al lector: “Nunca más riojano. Informe de la Comisión provincial de Derechos Humanos”, lo que induce a pensar que se trata del informe completo cuando en realidad no contiene ni la cuarta parte del voluminoso trabajo original, pues no se incluyeron los tomos correspondientes a “Testimonios recibidos”, El libro tiene un prólogo del actual gobernador Luis Beder Herrera en el que sostiene entre otras cosas que: “Todos los riojanos debemos leer detenidamente este valioso documento, que es clave para entender que no tienen cabida en nuestra sociedad los que buscan imponer la paz de los cementerios.” Y también: “Esta nueva edición del Nunca Más Riojano renueva el compromiso que asumimos (…) de fortalecer y profundizar los derechos humanos”. Pero en ningún lugar de este libro se informa que se trata de una versión incompleta.
La “Advertencia” que sigue al prólogo del gobernador es ya la propia introducción redactada por la Comisión Provincial en 1984, en la que sus autores reconocen que en el informe: “hemos transcripto parte de los testimonios que fueron vividos por sus autores al solo objeto de ejemplificar las ideas desarrolladas…”. Es decir que la edición de 2010 es la selección de una selección.
Distribución de la edición acotada (2010)
Si bien en la edición realizada por el gobierno de La Rioja, no se consigna la cantidad de ejemplares impresos, es de estimar que fueron varios cientos, los que se distribuyeron gratuitamente a través de la Secretaría de Cultura y el área de Derechos Humanos de la provincia.
Cabe recordar que en año del Bicentenario de la patria, en todo el país se tomaron temas específicos para descentralizar su tratamiento y dar participación a todas las provincias en los distintos foros de discusión.
A La Rioja, le correspondió “Los Derechos Humanos en el Bicentenario” y se eligió la semana en que se conmemora el asesinato de Monseñor Angelelli para montar una carpa en la plaza y llevar adelante muchísimas actividades de divulgación de derechos, con la presencia de altos funcionarios nacionales, entre los que se contaron la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández junto a su marido el ex presidente Néstor Kirchner, el por entonces Secretario de DDHH de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, las organizaciones de Abuelas y Madres y de Plaza de Mayo (ambas líneas), y muchísimos ministros y legisladores nacionales y de provincias vecinas, además de artistas, militantes y público en general.
El “Nunca Más riojano” hoy. El Gral.Milani y el desconcierto de algunos
En los últimos días, a raíz del impulso mediático que cobró la designación del general César Milani como jefe del Ejército, la Biblioteca Popular Mariano Moreno ha recibido varias consultas acerca del contenido del informe de la Comisión de DDHH, pues en el libro al que la mayoría del público tiene acceso no se encuentra el capítulo en el que Milani es mencionado. Esto se debe a que los únicos testimonios incluidos en el extracto son los correspondientes a los desaparecidos.
Tampoco figura Milani (y esto sin duda debido a un error involuntario por parte de los secretarios que actuaron en 1984) en ninguna de las listas de las personas mencionadas por los denunciantes, que aparecen transcritas en las tres versiones del informe.
Testimonio de Olivera
La alusión a un tal “teniente Milani” (así, sin nombre de pila), se encuentra en el testimonio N° 21 de Ramón Alfredo Olivera, en los siguientes párrafos:
“Al quitarme la venda, me encuentro frente a una pared revestida de salpicret de color rojizo que reconozco inmediatamente como las paredes del I.R.S. tal como aún se encuentran, detrás de mí, parado a mis espaldas está uno de ellos. Pregunto si me permiten leer, me dicen que no, que yo debo saber lo que ellos pusieron que tengo que firmar. Al día siguiente por la tarde iría a declarar ante el juez Federal. Me transportan en un auto de la policía provincial, a mi lado iría el teniente Milani, al que reconozco porque [es] el que realizó el allanamiento y llevara detenido a mi padre. Soy alejado momentáneamente en los calabozos del Juzgado Federal y luego sería conducido a la sala a declarar. En los pasillos me sale al encuentro el juez Federal Roberto Catalán que luego de saludarme, me indica la sala donde voy a declarar, entro a la sala y conmigo lo hace el teniente Milani, el que no se retiraría en ningún momento de la sala. Nos recibe el secretario del Juzgado Armatti, me invita a sentarme y al lado mío lo hace el teniente el que inmediatamente comienza a increparme acusándome pertenecer al E.R.P. El trámite de declaración es el siguiente: el secretario Armatti (el que me toma la declaración en el Juzgado y no el juez Federal) va leyendo lo que dice que yo declaré anteriormente, ante todo, lo que hago es mostrarle, levantándome la botamanga del pantalón, las huellas del intenso castigo que había recibido y le digo que escriba que fui torturado, contestándome que no lo haría porque cuando vuelva a la cárcel sería peor y en ese momento no me prestó atención lo que yo podía decir.”
“Comenzó a escribir mientras conversa con el Teniente preguntándole de su ascendencia, por este motivo es que sé su apellido, que luego traté de retenerlo, en seguida me lee un párrafo de la declaración que realizaran los militares, me pregunta [el secretario Armatti] qué tengo que decir yo de eso pero escribe lo que quiere evidentemente (…). El teniente Milani permanece a mi lado y en los momentos en que Armatti escribe, él podía acusarme de alguna cosa, recuerdo algo así como “nosotros a vos te cortamos la carrera justo”, se refería supongo a la carrera de guerrillero, pero no recuerdo otras acusaciones pero sí el gran odio con que hablaba. La declaración termina cuando entra el juez Catalán para decirme que desde ese momento iba a quedar incomunicado, que iba a ponerme en contacto con mis familiares. Inmediatamente entran mis padres a la sala donde declaré, Milani todavía me estaba hostilizándome (sic) con sus acusaciones, se retiraría luego…”
El testimonio de Olivera es más largo. Puede ser consultado en la Biblioteca Mariano Moreno de La Rioja, donde se encuentran las copias del original del informe entregado al gobernador Menem y donadas por el Dr. Jorge Mercado Luna, uno de los miembros de la Comisión, a esa casa de los libros.
Opinión personal
Es posible que este dato de la presencia de Milani en procedimientos durante la represión haya pasado desapercibido por las siguientes razones:
1) Su nombre fue involuntariamente omitido de las listas orientativas que consignan los nombres mencionados y remiten a la página en la que ese nombre figura en contexto.
2) El ejemplar más difundido no contiene los testimonios y por tanto, no se encuentra allí el único en el que el apellido Milani aparece.
Es de esperar que este nuevo dato de la actuación de Milani (en caso de verificarse que se trate de la misma persona) merezca la consideración del ejecutivo nacional, que hasta el momento llevó adelante una impecable política de respuesta a la lucha inclaudicable de muchísimos organismos, asociaciones y ciudadanos y ciudadanas independientes por Memoria, Verdad y Justicia.
Marcela Mecado Luna (DataRioja)