Sus padres decidieron llevarlo del hospital a su casa el pasado fin de semana, para celebrar el año nuevo chino del Mono de Fuego. Entonces la salud de An An empeoró todavía más, por lo que el lunes pasado ingresó al hospital, donde murió de un infarto.
En medio del luto y los preparativos para su funeral, el cuerpo del bebé fue trasladado a la morgue, donde permaneció a una temperatura de -12ºC (10.4F).
Quince horas después, un trabajador entró al lugar y escuchó un llanto. Cuando se acercó a la zona del crematorio -donde estaba An An- descubrió que el bebé estaba vivo: “Abrí el contenedor y lo vi moverse”, declaró a medios locales.
Según señala el periódico local “People’s Daily Online”, An An se encuentra aún en el hospital, donde su estado de salud mejora.