“Mi hermano Darío Gabriel Galarza, de 19 años, falleció de un disparo de arma de fuego, a la altura del pecho, murió producto del disparo, calibre 9 milímetros, una bala de plomo de esas que usa la policía”, dice de corrido Juan José Galarza, de oficio trabajador de la construcción, a plazademayo.com desde Formosa.
Según relata la prensa y los partes policiales, cerca de la medianoche del sábado dos jóvenes fueron interceptados por la policía en el popular barrioo conocido como Circuito 5 ya que iban caminando al lado de una motocicleta. Fueron instados a detenerse, pero ambos intentaron escapar, uno con más suerte que el otro. El que logró zafar llamó a sus amigos que habrían intentado rescatar al detenido de las fuerzas policiales. Se habrían producido entonces una serie de incidentes violentos.
“Mii hermano estaba la casa de mi hermana, donde vivía, en el barrio 7 de mayo. Se preparaba para buscar a un amigo para salir -continúa su relato Juan José Galarza, hermano del asesinado-.En un momento, según me cuentan, Darío Gabriel escuchó unos disparos y salió a ver qué pasaba. Vio a unos conocidos a los que la policía disparaba. Según cuentan, salió a buscar a un amigo para sacarlo de ahí y entonces recibió un disparo”.
Según señalaron en una conferencia de prensa los máximos jefes de la policía formoseña, Juan Escobar y Ángel Insfran, los uniformados se vieron desbordados, pidieron refuerzos. En su relato, publicado por el diario El Comercial, la siguiente imagen es la de una ambulancia recogiendo a un herido. Se trataba del joven Darío Gabriel Galarza.
“Todo se produjo por el accionar de la policía -asegura Juan José Galarza, hermano de la víctima fatal-. Los policías vieron unos muchachos con una moto al costado y asumieron que se habían robado la moto. Esos chicos son aborígenes, su abuela vive en el barrio Nanqom de la capital. Los interceptaron y los comenzaron a golpear. Uno escapó. Empezaron a reprimir. En eso apareció mi hermano”.
Según los relatos consignados en la prensa formoseña, hubo disparos con balas de goma a mansalva. Hasta que alguien tiró a matar.
“Cayó a dos pasos del cordón de la vereda, del desagote fluvial. Ahí recibió el disparo. El muchacho que mi hermano había ido a buscar se tiró al piso ante los disparos y vio cómo cayó al lado suyo, cómo empezó a sangrar, incluso por la boca”, cuante Juan Jósé Galarza. “En ese momento los policías se fueron del lugar, todos al mismo tiempos. La ambulancia no llegó a tiempo. Mi hermano murió en ese lugar”.
Darío Gabriel Galarza, al igual que su hermano Juan José y su padre, trabajaba en el gremio de la construcción. “Vivía con mi hermana porque se iba a trabajar al Barrio Nueva Formosa con nuestro sobrino, a la construcción de viviendas”, cuenta. La prensa formoseña señaló antecedentes delictivos de la víctima. “Vivimos en un barrio, y como en todo barrio hay gente que trabaja y otra gente que no -explica Juan José Galarza-. Mi hermano trabajaba. Pero si no lo hubiera hecho, tampoco nada justificaba que la policía lo mate como a un perro”.
El juez Héctor Ricardo Shur dispuso la detención preventiva de los 22 policías que participaron del operativo que culminó con la vida del obrero de la construcción Galarza. Mientras el joven de 19 años agonizaba sobre el asfalto tras recibir una bala de plomo policial, el gobernador Gildo Insfrán festejaba al costado de la presidenta Cristina Fernández una década ganada.
Fuente: Plaza de Mayo