Villarreal puso su puesto «a disposición» del presidente del PAN, Gustavo Madero, un eufemismo que equivale a una dimisión.
El legislador hizo notar la coincidencia de que las grabaciones de una fiesta efectuada a principios de este año, donde aparece con las cuatro mujeres que trabajan en un «table dance», salgan a la luz pública el día de la promulgación de las leyes secundarias en materia energética.
Este es justo «el arranque material del proceso electoral del 2015», señaló el parlamentario en referencia a los comicios de medio término para renovar a los miembros de la Cámara de Diputados y a la mitad del Senado, reseñó la agencia ANSA.
El congresista ofreció una disculpa «a quienes se hayan sentido ofendidos» por su participación en una fiesta, pero remarcó que se trata de «espionaje político» y que «la grabación es ilegal».
La decisión de Villarreal, que no fue sorpresiva y hasta se daba por descontada, ocurrió luego de mantener un encuentro con Madero, de quien era uno de sus hombres más cercanos.
Villarreal había estado envuelto en otro escándalo derivado de la exigencia de comisiones por fondos destinados a algunos municipios del país para obras públicas.