Este lunes en La Rioja se habilitó la posibilidad de hacer actividad física bajo un protocolo que implica incluso el uso de barbijos o tapaboca.
Es en ese contexto que especialistas recomiendan principalmente en personas que no son atletas de alto rendimiento no sobre exigirse al usar dichos instrumentos y bajar la intensidad a los que se estaba acostumbrados.
Por ejemplo la médica Graciela González Prieto sostuvo que la actividad con tapabocas “es una exigencia mayor porque la oxiginación no es la misma que cuando uno tiene la cara descubierta. Es por eso que se recomienda que la gente empiece de forma gradual, no al mismo nivel que tenía hace dos meses”.
Además indicó que es vital respetar las distancias recomendadas en el protocolo de COVID-19 para prácticas deportivas para evitar riesgos de contagio. Igual, es importante recordar que las actividades deben ser individuales y no en grupo.
Dicho distanciamiento debe ser de un mínimo de 4 metros para caminar, y el doble para correr. A su vez, para andar en bicicleta recomiendan un distanciamiento de 20 metros.
“El uso del barbijo, tapaboca o cuellito complica la oxigenación entonces el cuerpo no va a tener lo que necesita para una demanda intensa y eso arriesga a que aparezcan algunas manifestaciones clínicas como pinchazos en las piernas que pueden hablar de una fatiga muscular, mareos o desmayos, que es lo que uno tiene que evitar. Pueden correr pero tienen que bajar la intensidad del ejercicio: hay que escuchar las señales que manda el cuerpo (fatiga, cansancio, hormigueo en las piernas) e ir reduciendo la intensidad”, sostuvo González Prieto.
Por su parte, el médico deportólogo Carlos Carrizo coincidió en que la actividad debe ser “moderada, del rango regenerativo a subaeróbico” para poder cumplir con la norma exigente sobre el uso del tapabocas.
“El tapaboca es usado en algunos clubes o atletas individuales para aumentar el rendimiento físico, como Boca, River o Estudiantes. El resultado de esto es que produce una asfixia y con esa asfixia el cuerpo te responde con una adaptación; es una supervivencia del cuerpo, mejor ritmo cardíaco, aumento de la oxigenación, entre otras cosas. Esa adaptación que se da entre 15 y 30 días logra que los deportistas tengan una mejor performance”, explicó el especialista.
Sin embargo aclaró que “en la gente común, que no tiene alto rendimiento, puede ser peligroso porque el cuerpo se sobreexige, además de que los cuerpos estuvieron en sedentarismo por la cuarentena y es más difícil que podamos soportar estas medidas para hacer una actividad física”.