«Más adelante, al introducirlo al mercado internacional se adecuaron algunos contenidos e intenciones para llegar a un público occidental, pero si observan con cuidado, muchos de los conceptos originales están presentes», agregó el creador de este juego que ya tiene 28 años.
«La princesa no es real sino que es una alegoría a la feminidad tradicional representada como un símil de la homosexualidad», explicaron en el estudio en el que determinaron que Mario y Luigi luchan castillo por castillo para «al final aprender que la identidad gay va más allá de una simulación de lo femenino».
El estudio también determinó que los hongos que aparecen en el juego simulan ser penes, mientras que el enemigo de la pareja, Koopa, representa al machismo con el que pelean.