En tanto, el abogado del acusado, Diego Dieguez Ontiveros, había solicitado la absolución de Ocampo al considerar que no existen causas comprobadas para condenar a su defendido.
«Soy inocente. No tengo miedo», dijo Ocampo minutos antes de escuchar la sentencia en el juicio que se le realizó por las acusaciones sobre abusos sexuales reiterados a dos jóvenes de su comunidad espiritual «Meditazen».
El fiscal catamarqueño Gustavo Bergesio había solicitado que condenaran a Ocampo a la pena de 18 años de prisión por abuso sexual. El fiscal hizo el pedido durante los alegatos en el juicio que se desarrolló en el tribunal de la Cámara de Segunda Nominación de Catamarca y donde el jefe de la comunidad espiritual «Meditazen», de 40 años, fue juzgado desde el 4 de noviembre por la denuncia de dos jóvenes por seis hechos de abuso sexual, que habrían sido perpetrados entre 2002 y 2007. La pena podría haber sido de hasta 25 años de cárcel, pero finalmente fue sentenciado a 14 años.
«Obviaron que hay un testigo arrepentido, mantienen todo como al principio y me opongo a esto, porque lo que sucedió en el debate fue esclarecedor», había dicho Diego Ontiveros, abogado del «Maestro Amor».