Redacción de RiojaLibre
Desde que Luis Beder Herrera comenzó a ‘dominar’ el poder en La Rioja, se propagaron -en todos los Departamentos- varias líneas internas del Justicialismo. El verticalismo fue reemplazado por la horizontalidad, permitiendo que no exista un solo referente del PJ por Departamento, sino que dos o tres espacios fuertes se disputen en cada elección el poder. Claro está que este escenario de horizontalidad solo se permitía en los Departamentos, pero para arriba el verticalismo era absoluto: un solo líder.
Esto permite al PJ que, en cada elección haya dos o tres candidatos a Intendentes, pero que para arriba ‘junten’ votos para un solo candidato a Gobernador. Esas son las famosas ‘colectoras’, que el Macrismo pretende poner fin en los próximos meses. A la hora de negociar el Presupuesto 2018, Macri jugará esa carta ante Casas: reforma del sistema electoral riojano antes de 2019.
Fue Julio Martínez, cuando asumió como Ministro de Defensa de la Nación, el que interiorizó al Jefe de Gabinete Marcos Peña y al Presidente Mauricio Macri sobre el esquema electoral riojano. ‘Mientras exista el sistema de colectoras, será imposible para la oposición vencer al PJ’, fue la conclusión que le transmitió el ahora flamante Senador electo.
La ida de Cambiemos es aprovechar esas internas que durante años existieron entre distintos referentes justicialistas en todos los Departamentos (quizás Ulapes sea la excepción a la regla), para -mediante la reforma electoral- permitirle a alguno de esos referentes jugar para Cambiemos en 2019.
Un equipo de Nación viene trabajando desde hace algunos meses en dicha reforma. Dos ‘cambios’ serán innegociables: fin de colectoras y fin del acuerdo de boletas. La intención es que el candidato a Gobernador tenga ‘un solo’ candidato a Intendente pegado en la boleta.