Redacción de RiojaLibre
A poco más de dos años de obtener un triunfo histórico en la Capital, consolidándose como la ‘gran segunda fuerza’ de la Provincia, y disputándole al PJ no solo la Gobernación sino también espacio en todos los ámbitos de poder (Senado, Diputados Nac, Legislatura, Tribunal de Cuentas, etc.), Inés Brizuela y Doria y Julio Martínez fueron quedando cada vez más solos, hasta terminar aislando a la UCR de Juntos por La Rioja y del armado opositor amplio con el que soñaron los líderes nacionales y locales de la oposición.
Equipo y estrategia que ganan no se tocan, suele decir el refrán futbolero y político. Pero Julio e Inés no lo tomaron como propio: apenas ganada la elección, e incluso antes de asumir, comenzaron a profesar un sectarismo que obligó a muchos referentes de Juntos por La Rioja a mudarse al oficialismo o hacer camino al andar.
La Intendenta se fue encerrando cada vez más en sus laderas más cercanas, en sus ‘amigas radicales’. Los últimos en sumarse a la larga lista de ‘exiliados’ del Espacio de Julio e Inés, son Alvaro Recalde y Jorge Bordón. Las ausencias del ex Subsecretario de Servicios Públicos y del ex Secretario General de Gobierno, se notaron tras el temporal. Es que las cuadrillas que respondían a Recalde eran las que ponían ‘el pecho’ ante crisis como estas. Pasó el temporal, y sorprendió a propios y extraños la pasividad del Municipio.
Los resultados hablan por sí solo. Te mostramos algunos de los referentes más importantes de Juntos Por La Rioja que fueron ‘desplazados’ por el inesismo:
- Sebastián Cutrona. Fue el primero en padecer el sectarismo del inesismo. Sindicado por muchos como el ‘cuadro político más prometedor de la UCR’, la Intendenta electa le cerró las puertas del Municipio y del Partido, obligando al joven ex Concejal a seguir su carrera en el exterior (India).
- Clara Vega. Otra que padeció al inesismo duro incluso antes de que Inés asuma la Intendencia. Clara era quien debía reemplazar a Inés en el Senado, pero el radicalismo duro movió cielo y tierra en Nación para impedir que la referente de Juntos por La Rioja llegue al Senado. Fue allí cuando se evidencio el sectarismo inesista: radicalismo y nada más.
- Fredy Herrera. Es radical, pero fue el ‘galvanista’ de la lista de Concejales. Ante una denuncia -sin el fallo de la justicia- el inesismo se apresuró para pedir su cabeza. El sectarismo empujó a Herrera a las filas de la oposición.
- Diego Narvaez. Apenas asumida Inés, Narváez formaba parte de los ‘aliados’ del Municipio. Pero el paso del tiempo le fue demostrando al Conccejal que en el inesismo no había lugar para ‘no radicales’.
- Ximena Marenco. Caso similar al de Narváez. Luego de las elecciones, estaba mucho más cerca del oficialismo municipal que el del Provincial. Pero poco tardó el inesismo en empujarla a Casa de las Tejas.
- Ismael Bordagaray. Referente histórico de Fuerza Cívica Riojana, y pieza clave en Juntos por La Rioja. Con Inés y Julio en el liderazgo de la oposición, no hubo lugar para que nadie asome la cabeza.
- Daniel Miranda. Otro base piramidal de FCR que Julio Martínez no pudo contener.
- Julio Sahad. El PRO fue una parte fundamental en Juntos Por La Rioja. Se ganó en Capital por Macri, pero Inés se olvidó rápido de eso. Cuando se definieron las listas en 2019, hubo un acuerdo entre Julio Sahad y Mashasha-Inés: ‘acepto que no vaya nadie del PRO en los puestos expectantes, pero en 2021 me apoyan para renovar mi banca en el Congreso’. El radicalismo no le respetó ese acuerdo.
- Felipe Álvarez. El sectarismo se caracteriza por eliminar la figura de ‘aliados y construcción’, y transformar a todo dirigente fuerte en ‘amenaza’. Para el inesismo, las altas mediciones de Felipe en las encuestas, fueron una amenaza que no podía permitirse.
- Álvaro Recalde. El radical galvanista se sintió solo, sin acompañamiento en la Gestión del Municipio, y decidió dar un paso al costado. Hay quienes dicen que ya está en conversaciones con Felipe Álvarez.
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