Redacción de RiojaLibre
Fredy Herrera protagonizó el Jueves por la noche una discusión con su mujer en la vía pública. Horas más tarde, la mujer se presentó en la Comisaría y lo denunció por violencia de género. La Policía actuó con rapidez y detuvo al Concejal preventivamente. Aún detenido, el Viernes por la mañana Herrera firmó su renuncia al Concejo. El Lunes la mujer se arrepiente y retira la denuncia. El Martes Herrera presenta la rectificación de su renuncia, aduciendo que fue presionado y la firmó sin leerla.
En 2016, mientras estudiaba en la Universidad Nacional de Rosario, Kike Balmaceda fue blanco de tres denuncias por acoso sexual a sus compañeras. Él asegura que fue una jugada política para sacarlo de juego de la disputa por la conducción de Franja Morada.Un año más tarde, la Justicia desestima las denuncias, debido a que el acusado ya no vive más en Rosario (se mudó a La Rioja), pero enfatizando que hubo ‘claras intenciones del acusado de menoscabar la integridad de la denunciante’. Una de las denunciantes sigue sosteniendo que fue acosada sexualmente por Balmaceda.
Tras el resumen de ambos casos, vale decir que son tres los parámetros por los que se puede definir la destitución de los Concejales: Presión Social, la Denunciante o la Justicia.
PRESIÓN SOCIAL: LOS DOS AFUERA
Si el cuerpo deliberativo se deja llevar por la presión social, tanto Herrera como Balmaceda deberían ser destituídos. Basta repasar las redes sociales para descubrir que la gran mayoría de los ciudadanos no perdona que un Concejal sea denunciado por algún delito que atente contra la integridad de una Mujer. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, la condena social es tajante contra ambos.
DENUNCIANTE: HERRERA ADENTRO Y BALMACEDA AFUERA
Si los Concejales definen por encima de todo la postura de la víctima y/o denunciante, Herrera debería seguir en su banca, pero Balmaceda debería ser destituido. La mujer que denunció a Herrera se arrepintió de la denuncia y la retiró; asegura que no hubo violencia física y que solo se trató de una discusión más comunes a las relaciones de pareja. En el caso de Balmaceda, una de las chicas que lo denunció sigue sosteniendo -más allá de lo que diga la Justicia- que fue acosada sexualmente por Balmaceda.
JUSTICIA: LOS DOS ADENTRO
Si los ediles toman como parámetro la resolución de la Justicia, sin tener en cuenta la postura de la denunciante o dejarse llevar por la presión social, tanto Herrera como Balmaceda seguirán siendo concejales. La Justicia santafesina desestimó todas las denuncias contra Balmaceda. En el caso de Herrera, al ser reciente, todavía no hay una resolución, pero ya que la mujer retiró la Denuncia, se espera que Herrera quede libre de culpa y cargo.
Los ediles deberán debatir rápidamente cuál será el parámetro para tratar la destitución de un compañero. Más allá de cuál sea la decisión, es imperante que se juzgue con el mismo parámetro a ambos casos.
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