Siguiendo este informe, la canasta básica de alimentos au- mentó un 1,09% en noviembre, pero el dato más preocupante es la variación interanual: desde noviembre de 2023, la suba acumulada asciende al 122,94%. Esto significa que, hace un año, una familia necesitaba $184.591,46 para cubrir sus necesidades alimentarias, mientras que este mes requirió más del doble: $411.523,52.
En comparación con el mes anterior, en octubre de 2024, la misma familia destinó $407.069,91 para los alimentos básicos. Estos aumentos constantes reflejan una realidad económica que afecta gravemente a los sectores más vulnerables.
Los precios y el discurso oficial: una desconexión evidente
Desde la asunción del actual gobierno en diciembre de 2023, el país ha enfrentado un contexto económico marcado por un aumento desenfrenado en los precios de las canastas básicas. Al inicio de la gestión, la devaluación del 120% y la desregulación de los controles de precios desataron subas de dos dígitos en los precios de bienes esenciales. Aunque en la segunda mitad de 2024 los incrementos comenzaron a moderarse, oscilando entre 3% y 4% mensual, la acumulación de estos aumentos sigue golpeando el bolsillo de las familias trabajadoras.
El gobierno, sin embargo, acompaña esta desaceleración con un discurso que asegura una supuesta recuperación del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, en especial de los ingresos mínimos. Pero las cifras oficiales muestran una realidad distinta.
El salario y jubilaciones
En diciembre de 2023, el Salario Mínimo Vital y Móvil era de $156.000, mientras que en octubre de 2024 alcanzó los $271.571, lo que representa un aumento del 74%. Por su parte, la Jubilación Mínima pasó de $215.713 en diciembre de 2023 a $314.320 en octubre de 2024, un incremento del 45%.
Sin embargo, estas cifras no logran equiparar la inflación acumulada ni el alza en el costo de las canastas básicas, desmintiendo cualquier noción de recuperación real del poder adquisitivo.
La verdad detrás de ajuste
A pesar del relato oficial, no hay datos que respalden una mejora en el poder adquisitivo. El ajuste que permite al gobierno mostrar “equilibrio fiscal” se realiza, en realidad, a costa de una reducción de los ingresos de los sectores más vulnerables: trabajadores con salarios mínimos y jubilados/as.
Finalmente, De la Fuente señaló: “El relato del gobierno está marcado por una multiplicidad de mentiras que intentan encubrir lo que es inocultable: el ajuste se descarga sobre las espaldas de quienes menos tienen, mientras los precios siguen subiendo y los ingresos reales siguen cayendo”.