Desde principios de año en este espacio venimos advirtiendo la posibilidad de un nuevo escenario político, un punto de inflexión donde Sergio Casas tome definitivamente las riendas de su Gobierno. Te contamos en detalle cómo –a pesar de asistir para no dejar solo a Beder- Casas fue el principal artífice del fracaso del Congreso Partidario en la Casa de Todos, donde el bederismo había convocado para mostrar la fortaleza de su líder.

Luego, reforzado por ese consenso logrado por sus operadores, los Intendentes y algunos Diputados comenzaron a ver un ‘nuevo Casas’. El ‘eso lo maneja el Dr.’ cambió raudamente por ‘ya lo vemos nosotros’ o ‘ya te lo soluciono’. Esas simples frases comenzaron a apercibir a varios dirigentes que se gestaba un ‘cambio de mando’ en la Provincia. Fue entonces, cuando llegó el decisivo encuentro de Pituil.

Luego de las actividades protocolares por el centenario de la Escuela del Pueblo, aquel Jueves 31 de Mayo varios Jefes Comunales, un puñado de Diputados y sus propios funcionarios descubrieron un Casas que pensaron que no existía. Con el puño sobre la mesa, y una moraleja con un Billete de $500 (que te detallamos en una nota de la semana pasada), el Gobernador fue enfático al aclarar que era el Estado riojano el que atendía las demandas de la dirigencia.

‘No es plata de Beder, tampoco plata de Casas, es de La Rioja’, se escuchó decir. Fue allí cuando el Gobernador le planteó a los presentes (entre ellos ‘bederistas’ como Silvia Gaitán y Lelo Díaz Moreno entre otros) que cambiaría al hasta entonces intocable Ministro de Hacienda, e iría por un cambio en la conducción del Bloque del PJ. Muchos no creyeron las palabras de Casas, pero cinco días más tarde, cuando Jorge Quintero reemplazó a Ricardo Guerra les cayó la ficha de que ‘Sergio se había despertado en serio’.

Hoy, el Gobernador tiene pleno dominio de su Gabinete, 16 de los 18 Intendentes le responden directamente, y los 27 Diputados del PJ se alinearon a su liderazgo dejando de lado cualquier tipo de cuestionamientos. A su vez, se sabe que la relación del máximo mandatario con la Justicia (Luis Brizuela y Claudio Ana) es ‘excelente’, y los integrantes del Tribunal de Cuentas se reportan semanalmente, sin intermediarios, con el Gobernador.

El poder está en manos de Sergio Casas, ya no caben dudas al respecto. Quizás, queden algunos que se permitan el derecho a dudar por qué ‘Beder se la dejó tan fácil sin oponer resistencia’, especulando con un rebuscado ‘acting’ y alimentando teorías conspiratorias, pero son unos pocos a los que no les conviene políticamente caer en la realidad. Para una gran porción de los riojanos en general, y de la dirigencia en particular, el poder hoy lo tiene Sergio Casas.

Es con esta coyuntura que el PJ se encaminará a definir la mejor alternativa para afrontar el próximo año electoral, en el que –como nunca antes- el peronismo corre riesgo de perder el poder tras más de cuatro décadas de ejercerlo. Terminado el mundial (sin Argentina en competencia, la atención en Rusia ya no es la misma), el primer punto que el peronismo deberá dilucidar es si se avanza –o no- con el operativo clamor para habilitar la reelección de Sergio Casas.

Sobre los detalles técnicos y jurídicos de la reforma o reinterpretación de la Constitución, vale destacar una frase que un sabio e histórico legislador pronunció el Miércoles pasado en la Cumbre de La Quebrada: “todo lo que es políticamente posible, lo es jurídicamente también”. ¿Qué significa esto? Que poco importa el debate legal o jurídico sobre la viabilidad de la ‘reinterpretación’, lo verdaderamente importante es saber si el Gobernador cuenta con la ‘legitimidad política’ para continuar en el poder.

Está claro que esta nueva era que inició el Gobierno Provincial no tiene como fecha de vencimiento el 10 de Diciembre de 2019. El casismo apunta a que esta ‘renovación’ de métodos y formas no muera el año que viene. Es clave detenernos por un momento aquí: el casismo no cuestiona las políticas del Proyecto que encabezó Beder Herrera, sino los métodos y las formas.

Consecuentemente, cuando se logre convencer a la sociedad de que se terminó el ciclo de Beder en el Poder, no vendrá una ‘demonización’ de su figura, sino todo lo contrario: un reconocimiento histórico de lo que ha hecho durante sus dos mandatos: miles de Escuelas, Viviendas Sociales, Rutas, Electrificación, Cloacas, Obras paradigmáticas (Parque de la Ciudad, Superdomo, etc.).

Pero volviendo al Casismo, el ala dura tiene como Plan A insistir con la reelección del Gobernador. “Una cosa es ser Gobernador y otra vice, sería su segundo mandato como Gobernador, como lo dice la Constitución”, argumentó Florencia López. La arauqueña encabeza un grupo de Intendentes, funcionarios y Diputados que ve en Casas la única cara del PJ capaz de vencer a Julio Martínez. ‘Cuando la gente entienda que fue quien sacó a Beder del Poder, le va a responder masivamente con su voto; si a Mashasha para lo único que lo votan es para oponerse a Beder, sin Beder y con Macri yendo de mal en peor, Mashasha se desinfla’, es el análisis que hace el ultra casismo.

Sin embargo, ese posible escenario tiene dos variable que podrían jugarle en contra. La primera consiste en la delgada línea de distanciarse de Beder, pero sin pasarse de la misma, provocando de más al ‘león echado y herido’, y quedando como desleal ante la dirigencia peronista. ‘Cambios y renovación sí, pero tirar compañeros a los leones NO’, fue la línea que bajó el propio Gobernador a sus operadores más ‘pícaros’ y ‘osados’ la semana pasada.

El segundo inconveniente con el que deberá lidiar ‘Casas 2019’ es la reacción de quienes respaldaron y/o se encolumnaron detrás de él porque sentían que la continuidad de Beder aniquilaban sus posibilidades de llegar al poder real. Este respaldo se sostenía principalmente por la imposibilidad constitucional de que el Gobernador siga en el poder, pero si eso se pone en duda con una ‘reinterpretación de la norma’, peligrarían dichos respaldos. Solo por nombrar dos nombres, se puede poner en esta lista al Diputado Ricardo Quintela y al Intendente Capitalino Alberto Paredes Urquiza.

Las aspiraciones del Gitano son inocultables, al punto que reconoció en varias oportunidades que llegar a ser Gobernador es la única llama que lo mantiene vivo y activo en la política riojana. ¿Aceptará obedientemente el operativo clamor por la continuidad? ¿Resignará, como lo hizo en 2015, la chance de ser candidato cuando las Encuestas lo posicionan como el mejor candidato del PJ para enfrentar a Julio Martínez?

APU incrédulo

Más arriba afirmamos que solo ‘unos pocos dirigentes’ no terminan de convencerse que Sergio Casas tomó el poder real de la Provincia. Uno de esos ‘pocos’ es el Intendente Capitalino. Dos hechos concretos y concatenados motivan y explican la conveniencia de esta incredulidad:

1.  Si Casas se distancia de Beder, al Intendente se le termina su política discursiva del último año y medio, que le permitió crecer en la consideración del capitalino: ‘Basta Beder’. Con un Beder fuera del poder, insistir con esa lógica sería insulso y hasta ridículo.
2. Si Casas va por la continuidad, descartando la posibilidad de APU 2019 por el PJ (la única chance real que tiene Paredes de llegar a la Gobernación), al Jefe Comunal solo le queda instalar la noción de que ‘la pelea es ficticia’, para que en lugar de desvanecerse el ‘Basta Beder’, se reconfigure en ‘Basta Casas y Beder’.

El otro incrédulo por conveniencia es el Senador Nacional Julio Martínez. Las razones son similares a las de APU, aunque Mashasha parece más preocupado por el rumbo de Casa Rosada que el de Casa de las Tejas. A diferencia de APU y Casas, Julio Martínez ya está instalado como un referente anti Beder, no le hace falta convencer a nadie de ello. Pero su problema es el contexto nacional: una encuesta asegura que siete de cada diez riojano definirá su voto a Gobernador poniendo un límite al Presidente Mauricio Macri. Si ese escenario se mantiene, a Mashasha le será imposible arribar a Casa de las Tejas.