Según pudo saber este medio, una de las opciones que se barajan es que la disminución podría ser de un 6%, y que alcanzará al segmento N1 de usuarios residenciales de altos ingresos, así como la industria y los comercios que pagan el costo pleno de la energía. «La decisión obedece a cuestiones estacionales. Se está evaluando tomar medidas pero aún no hay definiciones», comentaron fuentes cercanas al Ministerio de Economía.
Según el último informe energético de la confederación de gremios energéticos Catheda, en septiembre Argentina demandó 10.962,3 de miles de Mwh para abastecer a los usuarios residenciales, comerciales e industriales. De ese total, el sector residencial consume el 47%, el sector comercial un 27%, el mientras el sector industrial representa el 26% de la demanda del país, pero solo un 20% paga la tarifa plena.
Durante septiembre, los gastos totales del Estado alcanzaron 3.590.371 millones de pesos, representando un incremento nominal de 130%. Sin embargo, este crecimiento nominal se tradujo en una caída real de 3,5%, marcando un retorno a la tendencia de reducción del gasto que había sido implementada desde febrero de este año y que se había interrumpido solamente en julio.
Esta reducción en el gasto público refleja el impacto de la segmentación de tarifas y la eliminación del esquema de subsidios a la energía. En consecuencia, se observó una caída real de 49% en las erogaciones destinadas a los subsidios energéticos y al transporte.
Los subsidios a los principales servicios públicos como la energía, transporte y agua registraron una caída del 17,7% real en lo que va del año. En los últimos doce meses, el retroceso asciende hasta el 21,3%, de acuerdo a un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA-Conicet.
El reciente dato de septiembre, que marca una acumulación de subsidios por $4,8 billones en los últimos doce meses, implica un descenso del 31,5% respecto del máximo de junio de 2022. Este descenso forma parte de la reacomodación de las partidas del presupuesta nacional en línea con las necesidades de armonizar la macroeconomía.
En cuanto a la reducción de los subsidios, la mayor corresponde al agua, que retrocedieron 34,3% real año contra año, seguidos de los destinados a la energía (-18,7% anual) y, por último, el transporte (-13% anual).
Con 305.000 barriles diarios septiembre registró la mayor producción de petróleo en la formación. Ese mes también marcó un nuevo hito para la producción petrolera de la Argentina con 645,5 mil barriles. Los datos preliminares de septiembre confirman el alza en la producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta, con epicentro en la provincia de Neuquén.
A partir del incremento en la actividad el mes de septiembre finalizó con una producción de 305.000 barriles diarios, cifra un 2,7% superior a la del mes previo (agosto), que también consolida un aumento interanual del 18,1% con relación a septiembre del año anterior. En septiembre se verificó un nuevo récord para el conjunto de la producción mensual de petróleo con 645,5 mil barriles diarios, lo que representa un incremento del 2,3% respecto de agosto, y un aumento del 7% en relación al mismo mes del 2022. Se trata de la mayor producción mensual de petróleo en Argentina desde noviembre de 2008.
En materia de gas natural, en agosto último registró un nuevo récord de producción para Vaca Muerta con 67,8 MMm3/d. Además, en el mismo mes se verificó otro récord para la producción total de gas, que fue de 144,4 MMm3/d, el mayor volumen de producción mensual de gas desde julio de 2019.
En octubre, YPF iniciará la puesta en funcionamiento del Oleoducto Vaca Muerta Norte, que permitirá incrementar hasta un 50% la capacidad de transporte de petróleo desde la Cuenca Neuquina hasta el acceso su conexión con el Oleoducto Trasandino (Otasa).
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