Las encuestas le sonríen, dando por segura su banca y con la posibilidad de lograr otra banca más. Amoroso usa su principal herramienta –lucha social- para presentarse ante los riojanos que no la conocen. “Aprendí a convivir con las secuelas que tengo en mi rostro, y hasta me ponen orgullosas, porque me hacen recordar todo lo que luché para superar lo que padecí, por eso insisto en que me veo hermosa”, explica quien se erige como un verdadero ejemplo de lucha y superación.

Pactamos la entrevista para las 20:00 hs, cuando la entrevistada culmina su programa diario en Radio Provincia. Apenas arribados, nos encontramos con un nutrido grupo de personas en la puerta de la emisora, y en el medio –casi encerrada- Gabriela Amoroso. La candidata se tomó alrededor de 20 minutos para hablar con cada una de las ‘Doñitas’ que la estaban esperando, atendiendo hasta la última consulta/pedido de ayuda. Cada diálogo terminaba con un fuerte abrazo y beso. Esta ‘rutina’ se repite todos los días, y marca el carácter de referente social que Amoroso se ha ganado en la ciudadanía riojana.

Hoy se la ve como una referente social consolidada, pero como fueron sus primeros pasos en política… ¿Cómo los recuerda?

Desde que tengo uso de razón, toda la vida hice política de alguna u otra manera. Política entendida como debe ser: perseguir el bien común y ayudar a los que más lo necesitan. Desde los medios donde estuve, siempre le puse una veta social a mi profesión, atendiendo las problemáticas sociales y centrándome en las necesidades de la gente. Sin querer, poco a poco me fui metiendo y aprendiendo, terminando metida de lleno.

Tomándose un respiro, Gaby reflexiona: “creo que de tanto criticar, un día me planteé a mi misma: ‘si ellos lo hacen mal, por qué no hacerlo yo bien, a mi manera, a la manera de la gente’, y fue ahí cuando me metí de lleno en la política partidaria”.

¿Qué le aporta un mujer como usted a la política?

De más está decir que decidí meterme en política partidaria por la gente, convencida de que mi mirada puede ser mejor a la de los políticos tradicionales; creo que hace falta, es otra mirada de los que están hace mucho tiempo en política. Todos los días escucho a la gente, sus problemas, y eso es lo que aporto. Basicamente, hacen falta políticas de contención para las víctimas sociales del sistema. Por ejemplo, estuve con hablando con autoridades de la Policía, y ellos mismos reconocen que está ausente el estado en la cuestión social. Niños abandonados, mujeres violadas donde la justicia hace agua, no existe una real contención; hay algunas voluntades pero no soluciones concretas.

Algún caso concreto que nos pueda mencionar…

Una mujer que denuncia violencia de género, luego de hacer la denuncia tiene que volver a su casa a convivir con la persona que denunció, es algo ilógico. Con suerte, la policía actúa rápido y lo excluyen al hombre golpeador, pero muchas veces la mujer termina volviendo por necesidad, por hambre, por sus hijos; porque la mujer no tiene contención, no tiene otra posibilidad de subsistir. Hace falta un programa de contención que ayude realmente a las víctimas, hace falta preguntar qué saben hacer, capacitarlas, ayudar desde el Estado pagándoles cuando lo necesiten, y después cuando estén bien, ya recuperadas, que lo puedan ir devolviendo de a poco. Por otra parte, al golpeador tampoco se le da tratamiento; lo excluyen de un hogar, pero al tiempo vuelve a formar pareja y se repite el cuadro violento. Desde el Estado no se acompaña el proceso de recuperación, ni con la víctima (mujer golpeada) ni con el victimario (golpeador).

Usted que conoce como pocas personas en la Provincia las problemáticas sociales, si hubiese que hacer un Ranking con las que más se repiten o preocupan… ¿Cuál sería?

Además de la violencia de género, las Adicciones. Es increíble ver como chicos que se drogan hasta más no poder, y roban porque ya no le importan nada; las madres me lo dicen.

Conmovida, Amoroso recuerda: “hay un caso que realmente me estremeció hasta lo más profundo del alma: una madre violada por su propio hijo, en estado de adicción. Lo peor de todo es cómo termina la historia: a los pocos meses, sin ningún tipo de contención, la mamá se suicidó”.

Es estremecedor lo que cuenta… ¿Puede haber soluciones concretas si es elegida como Diputada?

Insisto que hacen falta políticas serias de contención, un Estado que esté presente. Cuando entre a la Legislatura voy a proponer un Proyecto para crear un hogar social donde se pueda recibir y acoger a un chico que consuma, donde puedan pasar unas noches y se lo pueda persuadir de la necesidad de un tratamiento. Un hogar que sea el inicio de la recuperación de nuestros jóvenes que se consideran perdidos, sin ninguna razón para vivir. La realidad social que se vive en La Rioja es peor de lo que nosotros creemos. Hace unos días me cuentan que la justicia obliga a una niña de 18 años a hacerse cargo de dos de sus ocho hermanitos; el Estado no la contiene, no la acompaña, no la ayuda a estudiar, pero la obligan a hacerse cargo de dos criaturas. Ella además tiene una pareja y un bebé de dos añitos. Ni ella ni su pareja tienen trabajo. ¿Cómo hacen entonces para sostenerse? Los tienen como puede. Se sorprenderían de la enorme cantidad de casos de jóvenes en estado de vulnerabilidad total que hay en nuestra Ciudad.

¿Podemos decir que con Amoroso en la Legislatura, triunfa la lucha social y se comenzará a trabajar en serio por las problemáticas sociales?

Claro que sí. No soy una loca de pensar que una sola Diputada va a cambiar todo, pero sí voy a dejar todo de mi para buscar soluciones concretas. Presentar proyectos y programas para que el Estado ayude a los más necesitados más allá de ‘tirarle unos mangos’. Hoy la sociedad riojana está dividida en dos: un pedazo de la sociedad que tiene proyectos, educa a sus hijos y los inserta en el sistema; y otra parte que solo tienen un programa social y ese es su techo. En qué momento le hemos hecho creer a la gente que no tiene derechos a ser a tener proyectos. Hay que terminar con esa división en dos sociedades, los que tienen derecho a ser y los que no. Hay que darle herramientas.

En el 2011 usted fue candidata a concejal y se mete en la política partidaria. Viendo la burocracia y suciedad que hay en gran parte de la política… ¿Se arrepintió de meterse?

Claro, en el 2011 fui tercera candidata en la lista que encabezó Picana Rodríguez, después estaba Pistek y luego yo. En el 2013 Picana asume en Deportes y entro como concejal; es decir, llevo dos años del período anterior, y un año y medio de este. Para nada estoy arrepentida de meterme en política, en estos años he comprobado que se puede solucionar mucho desde adentro. Creo que en la Legislatura va a haber más posibilidades, más herramientas de ayudar. Pueden gestarse Proyectos y Leyes que apunten a Programas interesantes para que la gente no le tenga que andar pidiendo nada a nadie, no me gusta que haya que dar un bolsón o ayuda con la condición de que te voten o te respalden, hay que terminar con eso. Ser ayudado por el Estado no debe significar perder la dignidad. Hay que mejorar la situación de la gente, sin que sean rehén de ningún político. Yo para mi campaña no dispongo de cosas materiales, porque en el momento que las tuve las di, no las guardo, no formo un ‘colchoncito’ para las elecciones. El Político que hace eso se debería retirar de la política porque no tiene idea de lo que es el ‘bien común’, no se puede comprar un voto.

Usted ya está consolidada como una referente social. ¿Ese es el rol que tendrá en la Legislatura, o descubriremos alguno nuevo?

Mi rol es el de referente social, ese es mi fuerte, donde me siento útil y lo quiero llevar a la Legislatura. A veces tengo mucha presión, mucha carga porque son muchísimos los casos que me llegan, pero el hecho de ver alguien que necesita una ayuda me motiva a seguir trabajando por el bien común.

¿Usted es una política millonaria, o es de aquellas que puede justificar su patrimonio?

(Luego de unas risas, contesta) Yo ando con un auto que le falla el embrage y que todavía no lo puedo arreglar porque estoy en campaña. Tengo una casa del Plan de Vivienda, que todavía no terminé de pagar, y tampoco puedo terminarla porque cada vez se hace más difícil. Soy una persona común, que tiene los mismos problemas financieros que la gran mayoría de la sociedad. Yo le quiero dejar a mis hijos algo más que eso, que lo material; les voy a dejar la educación que les di y la forma de ser, cómo me ven trabajar por lo más necesitados. Uno tiene que comprometerse con los más necesitados, no quedarse en las palabras. Yo celebro y me enorgullezco de la conexión que tengo con la gente, hay una conexión muy especial, yo lo percibo en el saludo, en la mirada. Eso es lo que les dejo a mis hijos como herencia.

Gaby se toma un descanso, agarra un vaso de agua, y tras refrescarse concluye al borde de la emoción: “volviendo a tu pregunta, yo soy millonaria, pero de alma; esa es mi gran fortuna, mi espíritu de lucha con el que logré recuperarme una y otra vez en esta dura vida que me ha tocado”.

Trayendo ese tema a colación, muchos la conocen y saben de su problema en el rostro, pero pocos saben bien qué le pasó…

Hace diez años me descubrieron un tumor maligno en la base del cráneo, que tomaba cerebro y oído derecho. Me lo descubrieron en el Hospital Italiano en Buenos Aires, cuando el tumor ya era muy grande, porque en La Rioja no me lo vieron. Me operaron de urgencia, me pudieron sacar el tumor, pero quedé muy mal, perdía hasta el equilibrio y tenía la cara totalmente desfigurada. Fue cuando tenía 39 años, y ya tenía a mis tres hijos, y una carrera hecha. Estaba destruida, me enojé mucho con todos y todo, me preguntaba por qué a mi me había tocado eso. Cuando me vi al espejo después de la operación casi me muero, entré en un pozo depresivo muy grande. No quería comer, no quería ver a los chicos, estaba enojada con la vida, con Dios, con todos.

¿Cómo lograste recuperarte?

Con mucha lucha, y acudiendo a todo. En los peores momentos es cuando uno se conoce a sí misma y sabe todo lo que tiene adentro para luchar. Fui al Padre Aciar con sus misas de sanación, fue tan grande el amor que recibí, de todos, sobre todo de mi familia, pero de muchísima gente. Hice mucha terapia.

Volver a trabajar en los medios debe haber sido fundamental…

Diste en la tecla, eso fue lo me terminó de salvar. Cuando logró recuperarme un poco mentalmente, me puse a buscar trabajo de nuevo, pero era impensado que una muda, que una casi muda, pudiera trabajar en una radio. Llegué a Radio Provincia, que todavía no estaba funcionando, le planteé a Gustavo Luna la necesidad de trabajar, y ese fue el principio para conocer a un hombre vital no solo en mi carrera política y profesional, sino en mi vida. A pesar de mi enorme dificultad para hablar, Gustavo me abrió las puertas, me hacía hacer pruebas en el micrófono, yo sabía que no pronunciaba bien, pero él me decía que siga practicando. Tanto insistió que empecé a hablar, a animarme, a plantarme frente a un micrófono.

¿Y cómo fue volver a sentir la emoción de estar ‘en el aire’ luego de todo lo que pasaste?

Con muchísimo temor. El primer programa que se hizo en Radio Provincia al aire lo hice yo, todavía con muchísimas dificultades para hablar. Volvía a mi casa y mi ex marido me decía ‘no se te entiende bien’, y eso hacía que cada día me esforzara un poco más, fue el motor para superarme, para volver a vivir. Lloré mucho, lo necesario, pero me superé. Luego llegó el momento que Gustavo y Maxi (Mosca) pusieron una cámara en el estudio para dar nacimiento a Canal 13, les dije que ‘yo tenía espejo, que no era tonta, que era desagradable verme’, pero ellos insistieron, y obviamente me volvieron a convencer.

Nos dijo que luego de la operación se ‘odiaba’ cuando se veía al espejo… Hoy, ¿qué ve cuando se mira al espejo? ¿Cómo se siente?

Hoy me veo hermosa.

La emoción se apodera de la entrevistada. Con incipientes lágrima los ojos, se repone y continúa: “no desconozco mi dificultad, mi defecto físico, pero ya no es importante, no me detengo en eso, yo me veo hermosa. A mi dificultad la miro sin verme. Tengo un ruido en el oído derecho, yo se que lo tengo pero no le presto atención, no lo escucho, lo mismo pasa con mi cara. Aprendí a convivir con las secuelas que tengo, y hasta me ponen orgullosas, porque me hacen recordar todo lo que luché para superar lo que padecí, por eso insisto que me veo hermosa.

Usted sabe que es un ejemplo de vida… (la emoción también se apodera del entrevistador)

A ver, yo soy una prueba, un ejemplo si querés llamarlo así, de que se puede vencer cualquier cosa, por más drástica y límite que parezca. Yo creo que se aprende a luchar por la vida, sobre todo con el ejemplo de tus padres. A mi la vida me hizo pasar por situaciones complicadas. La vida me explicó que con mi defecto físico, si lograba vencerlo, podía ser un ejemplo, una motivación para otro que le pase algo parecido; y eso a la vez era una motivación para mi. Hay muchas mujeres que la pasan muy mal, y me ven y me dicen que soy como una referente, que si yo puedo ellas también van a poner. Y eso me llega al alma. No hay mejor recompensa que esa.

Después de todo lo que pasó… ¿Se imaginó alguna vez que estaría a punto de entrar a la Legislatura?

Si soy sincera, nunca me imaginé que iba a ser lo que soy hoy. Ser conejal, reconocida en los medios y a un paso de la Legislatura. Yo sé lo que es no poder, me pasó, lo viví, y ahora lo uso para ayudar a quienes me vienen a ver. Adentro de uno está la fuerza, por más que te pongan un regimiento si uno no quiere superarse, eso trato de explicarles.

Para finalizar ir finalizando la nota… ¿Cuáles son sus expectativas el 4 de Junio?

Yo sueño con meter ocho Diputados, soy luchador y también ambiciosa y soñadora. La lista se planteó como yo me planteo todo en la vida, con gente nueva y confiable, que no tenga vicios de la política. Son profesionales que forman equipos importantes. No tenemos el denominado aparato detrás, pero estamos muy bien, la gente nos responde muy bien. Estoy segura que vamos a estar en la pelea de arriba, para eso estamos trabajando con todo. Queremos estar en la toma de decisiones porque hace falta una mirada distinta, de gente nueva.

Antes de terminar, Gaby Amoroso pide la palabra para ‘comprometerse’ con el electorado: “yo tengo la obligación de ayudar, aportar para buscar soluciones; no voy a prometer cosas imposibles de cumplir, lo que si prometo y me comprometo es que yo los voy a escuchar siempre, si no estoy en la Cámara, estoy en la calle, pero siempre escucho al que me quiere ver, siempre voy a estar para los que me necesiten”.