Fiel a su estilo provocador, la italiana (vivió en la península hasta los 17 años) deja traslucir debajo de su prenda algo de su ropa interior blanca con lunares negros. Ni demasiado, ni apenitas. Lo justo para que la imaginación dispare en busca de nuevos lunares.
Cintura al aire, tatuaje a la vista (tiene una serpiente a un costado de su torso que dice querese sacar), se la nota nerviosa y con dudas a la hora de hablar. Se toca mucho el pelo y cambia de posición constantemente en la silla del living de su casa. Pero después se suelta y habla con vehemencia, indignada por la catarata de comentarios y repercusión de sus videos.
«Estaba jodiendo. No era mi teléfono y no era mi intención que pasara esto. No quise faltarle el respeto a nadie, menos a la universidad. Si bien lo que se ve en los videos forma parte de mi personalidad, no es lo único que soy», explica ella. Desde hace algunos días, son furor en Youtube unos videos de ella grabados en plena clase de la facultad, en los que se la ve dando una clase de felación con un chupetín, y otro en donde se queda en corpiño para el deleite de sus compañeros y de los miles y miles de usuarios de internet que la ven a diario.
Annalisa Santi vivió hasta los 17 años en Roma, ella y su madre volvieron a Buenos Aires pero se padre se quedó en Italia. «Soy feliz así y se lo debo a mis padres que los amo y me enseñaron a ser como soy».
Según ella, no le interesa la repercusión mediática, ni ir a ningún programa, ni hacerse famosa ni nada. Que como mucho haría «algunas fotos y quizás un videoclip». Pero que esos 3 minutos de alto voltaje se «filtraron» sin su consentimiento. Se la nota arrepentida y afirma que no lo volvería a hacer.
Nos cuenta que los videos fueron filmados hace algunas semanas y en días consecutivos, pero que se enteró que un compañero (el dueño del teléfono) los subió a la red una semana después. «Estaba entrando a la facultad y me dijieron ‘che que buenos tus videos’, y yo no entendía nada. Después me enteré que se los pasaban por celular. Al principio me divertía porque pensé que se los iban a pasar entre los teléfonos de los flacos y nada más, pero después los vi en Youtube y me quise matar.»
Además de sus dotes evidentes en cámara, la joven de 21 años confiesa que tiene un costado muy religioso, y que es más lo que aparenta ser que lo que en verdad hace. «Soy muy católica y tengo fe. Si esto pasó es porque tenía que pasar. De alguna manera estoy acostumbrada a que me miren y a estar, pero no quiero ser ‘la del video’, quiero ser Annalisa, eso es muy importante.»
«Yo soy asi en la vida. Soy la típica calientapijas. Yo te voy a provocar y obtener lo que quiero pero sin acostarme con vos. Es más, estuve con un solo hombre, fue el año pasado, y lo amé muchísimo. Traté de cambiar para él, pero se ve que no fue suficiente. Ahora está feliz con otra persona.»
«Si no hay amor no tengo sexo. Tengo esta dualidad que si bien puedo ser la mina que te calienta hasta morir, también soy la mina que va a la iglesia y reza el rosario y se acostó con un solo hombre. Soy dos minas».
¿Histérica? Puede ser. Pero Anna admite que provocar le encanta. «Calentar a los hombres me da poder, me hace sentir importante. Siento que soy buena, cada persona tiene su habilidad o nació para algo. Los flacos que tienen novia por ejemplo, me encantan. Me gusta provocarlos, que se obsesionen conmigo y hacerlos dudar de su pareja.
Me divierte ver hasta donde puedo llegar. El morbo, que sea prohibido. Además si tienen novia el problema es de ellos, no mío».
Sin embargo, a la hora del amor, nuestra lolita cuenta que le cuesta encontrar a su príncipe. «Nunca estuve de novia. Yo tengo un problema que los hombres no se enganchan en serio conmigo, no se enamoran de mí. Capaz que el flaco siente algo, pero no soy la mina con la que elige estar».
Detras de la fachada de «comehombres», como (casi)toda mujer, la nena es «Susanita». «Quiero formar una familia y tener 3 o 4 hijos. Irlos a buscar al colegio. Paquete completo. Me divierto ahora porque se que voy a tener que parar algún día si quiero lograrlo».
«Yo se quien soy, lo que quiero ser y se que todo lo que hice en mi vida (lo bueno y malo) va a servirme en un futuro. La clave de todo esta en saber cuando parar, se que no puedo ser una calientapavas toda la vida, pero también se que esa seducción que llevo adentro no va a apagarse con los años. Tengo que aprender a manejarla.»
Si vos estás pensando en presentarte como candidato para Annalisa, no te será tan fácil. A ella le gustan los rugbiers. Y no es cuestión de ir mañana a anotarse al CASI, ella quiere al mejor. «El perfil de hombre que me gusta es el rugbier.
Formado, con músculos. Me gustan los rugbiers pero me gusta el crack. Ojo, además tiene que ser humilde».
En definitiva, a esta chica, que se define como «el 4» en la facultad, mas que la difusión de los videos le preocupa que la echen de la universidad (no la echaron ni piensan hacerlo). Porque a la hora de su desempeño, no esconde su orgullo.
«Fue un buen video, ¿que tiene de malo? Es una terrible chupada de chupetín. No se por qué los videos tuvieron tanta repercusión, supongo que será porque lo chupo bien. Es una muestra de un don que tengo en la vida real».
Por último, le preguntamos si no le resultaba extraño que miles y miles de personas esten mirando y comentando sobre sus videos, y admitió que si bien le molesta mucho que la juzguen y la critiquen sin conocerla «por 2 minutos de video», le excita que fantaseen con ella. «Está barbaro que se calienten con mis videos. Me encanta, me calienta a mi también pensarlo».
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