La crisis social en Argentina se agudiza con un crecimiento cada vez más alarmante de personas en situación de calle, una realidad que lamentablemente se cobra vidas durante las olas de frío que atraviesa el país. Por ejemplo, en Mendoza, ya se registraron muertes por hipotermia de personas en situación de calle en las últimas semanas, un claro indicador de la gravedad de la situación y la falta de respuestas estatales efectivas para proteger a los sectores más vulnerables.
Organizaciones sociales, expertos y vecinos advierten que esta problemática se ve profundizada por las políticas económicas implementadas por el gobierno nacional de Javier Milei, que lejos de mitigar el impacto de la crisis, han contribuido a un empeoramiento del cuadro social.
Las cifras oficiales y testimonios en la vía pública reflejan un aumento sostenido de la indigencia, producto de la inflación descontrolada, la falta de empleo genuino y la reducción de programas sociales que otrora ayudaban a contener la emergencia social. La ausencia de un Estado que garantice derechos básicos ha dejado a miles de argentinos en situación de extrema vulnerabilidad, expuestos a condiciones climáticas adversas y a un riesgo constante para su integridad física.
Inclusión y justicia social
En contraste, la provincia de La Rioja emerge como un ejemplo de compromiso social y políticas públicas orientadas a la asistencia y contención de quienes atraviesan dificultades habitacionales. A diferencia de otras jurisdicciones, en La Rioja no se registra la presencia de personas en situación de calle, lo que responde a un Estado provincial preparado y activo para brindar respuestas inmediatas.
La entrega constante de viviendas sociales, especialmente bajo el Plan Angelelli, que otorga casas de tres dormitorios, refleja una política sostenida y consciente destinada a garantizar un techo digno para las familias más vulnerables. Este plan no sólo proporciona un espacio físico, sino que también simboliza un compromiso con la inclusión y la justicia social, promoviendo condiciones dignas de vida y evitando la marginalidad.
El contraste entre la realidad nacional y la provincial resulta evidente: mientras en la Argentina de Milei la ausencia de políticas sociales efectivas se traduce en pobreza extrema y situaciones de calle, La Rioja apuesta a un Estado presente que prioriza la protección de los derechos fundamentales y el bienestar de sus ciudadanos.
La crisis social exige respuestas urgentes y una revisión profunda de las estrategias que conducen al país hacia escenarios cada vez más desalentadores. El caso de La Rioja demuestra que, con voluntad política y gestión responsable, es posible construir un camino que resguarde la dignidad de las personas y evite tragedias evitables.