El mismo gobernador se encargó de difundir el número telefónico de la casa matriz del Banco de la Provincia de Buenos Aires, que es la que centralizará los pedidos que realicen los damnificados (es el 0810-2222-776).
La medida, señaló Scioli, se dispuso “comprendiendo la preocupación de muchas familias” y precisó que se otorgarán “subsidios y créditos de acuerdo con las características de los casos”.
Más tarde, se supo que los créditos del Banco Provincia podrían ser de hasta 50 mil pesos, a pagar en 48 meses y con una tasa fija de 9,9 por ciento anual.
Los subsidios y créditos del Bapro serán, posiblemente, las únicas vías de compensación al alcance de los damnificados por la tormenta, ya que al haber sido la causante de los daños una lluvia de intensidad extraordinaria, una catástrofe natural, las vías de reclamo son muy acotadas.
“Si los daños se originan en la imprevisión del proveedor de un servicio como el eléctrico, por ejemplo, el caso podría encuadrarse entre los alcanzados por la Ley de Defensa del Consumidor, pero es diferente con los daños provocados por el agua, porque una tormenta así es una catástrofe natural”, le explicó a Clarín el especialista en derechos del consumidor Jorge Surin. El experto agregó que, en todo caso, los damnificados deberían asesorarse y analizar el inicio de una acción legal, “pero deberían demostrar que el daño se produjo por causa de una imprevisión, lo que, dada la dimensión de la tormenta, podría no ser fácil”. En ese caso sería la Justicia la que determinaría si los perjuicios podrían haberse evitado o atenuado con acciones preventivas.
En tanto, Osvaldo Bassano, presidente de Asociación de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (Adduc), coincide en que se está ante un caso de fuerza mayor, que no daría lugar a resarcimientos. “Sin embargo –cuestiona Bassano–, el Estado podría instrumentar mecanismos de entrega de subsidios para los afectados más ágiles que convocarlos a que se acerquen a una oficina pública, a una entidad bancaria o que llamen a un 0800”. Y explica que debería alcanzar con vivir dentro de la zona afectada por el siniestro para recibir la ayuda oficial. “De otro modo, pareciera que sólo se ayuda al que se queja. Y, a la vez, hay antecedentes en la Ciudad de Buenos Aires de damnificados por este tipo de fenómenos que mucho tiempo después aún no han cobrado la ayuda, habiendo sufrido, tal vez, muy grandes pérdidas.
En este contexto, crece la importancia de la ayuda solidaria. Ayer Juan Carr, de Red Solidaria, consideró que es difícil hacer algo en una situación tan dura. “Pero –señaló– queremos decirles a los que están sufriendo que no están solos y hacerles llegar un abrazo”.
“Nosotros veníamos en estos dos días juntando ayuda en diez lugares para la Ciudad y el GBA, y cuando nos enteramos de la necesidad en La Plata, pedimos un camión a un amigo y empezamos a movernos con redes sociales y medios de comunicación”, contó Carr. E informó que van a recibir ayuda por cuatro días junto a la Catedral Metropolitana, de 8 a 20.
FUENTE: CLARÍN
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