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Diputados Nacionales: 2 Bancas. Julio Sahad (Juntos Por La Rioja) y Danilo Flores (Partido Justicialista)
De los cinco representantes que tiene la Provincia en la Cámara Baja del Congreso de la Nación, el año que viene finaliza el mandato de dos de ellos: Julio Sahad y Danilo Flores.
La primera salvedad que se debe hacer con respecto a la elección de 2017, fue que en aquella oportunidad la elección se llevó de manera conjunta con la de Senadores. De esta manera, el candidato ‘estelar’ del Comicio fueron quienes iban por la Senadurías: Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria por Cambiemos, y Carlos Menem-Florencia López por el PJ.
El mandato de Senadores dura 6 años, por ello recién en 2023 deberán renovarse las tres bancas. Consecuentemente, el año que viene el candidato a Diputado Nacional será quien deba ‘juntar los votos’ de la lista. Allí radica la dificultad para que ambos Diputados renueven sus respectivas bancas, sobre todo en el caso de Julio Sahad. El empresario logró entrar al Congreso con menos del 5% de popularidad en toda la Provincia, el solo hecho de ir ‘pegado’ a la boleta de Julio Martínez le permitió obtener su banca.
Para no decir ‘adiós’ al Congreso, Sahad deberá elevar rápidamente su popularidad. No basta con ‘meter presión’ en Nación (Marcos Peña y Patricia Bullrich) para que se lo imponga como candidato; si Sahad no logra incrementar su popularidad, será imposible para la oposición retener esa banca.
‘Un candidato conocido puede ser o no votado, un candidato desconocido jamás será votado’, reza uno de los mandamientos del manual de la Política. Es obedeciendo este precepto, que Julio Sahad se ‘despertó’ luego de tres años de limitarse a ‘calentar la banca’, fustigando ahora fuertemente al oficialismo, ya sea Nacional como Provincial. Parece ser tarde, queda menos de un año para las elecciones y la popularidad de Sahad no despega: en Vinchina, Lamadrid, Ulapes, Malanzán si se pregunta por Julio Sahad se contestará que es un ‘ignoto jugador de fútbol’.
Quienes citen el ‘caso Olivares’ (le ganó a Beder-Quintela juntos en 2015) y el propio ‘caso Sahad’ (venció al PJ en 2017), para rebatir el mandamiento político antes mencionado, y asegurar que un político desconocido tiene más chances que uno conocido por el ‘voto bronca’, caen en el ‘autoengaño’ o simplemente tienen un desconocimiento alarmante de la política.
En 2015 los 90.900 riojanos que transformaron a Héctor Olivares en Diputado no votaron por Olivares, votaron por Mauricio Macri Presidente. Olivares iba pegado a la boleta de Macri, y de esa manera logró ‘beneficiarse’ con los casi 91 mil riojanos que optaron por Macri Presidente. La lectura correcta es: Olivares no le ganó a Beder-Quintela, Macri le ganó a Scioli.
Lo mismo sucedió en 2017: los 87 mil riojanos que convirtieron a Julio Sahad en Diputado no votaron por Sahad, votaron por Julio Martínez Senador. Repetimos: en 2021 ese escenario cambia, el candidato a Diputado será el candidato estelar, el que deba juntar los votos. Para encontrar un escenario similar en una elección por Diputados Nacionales, habrá que remontarse a 2013, cuando Julio Martínez enfrentó a Teresita Madera.
Para encabezar la lista del PJ, hoy por hoy el nombre mejor posicionado es el de la Ministra de Desarrollo, Igualdad e Integración Social, que con de la mano del Plan Angelelli y demás programa de su área, está llegando a todos los rincones de la Provincia.
En la oposición, sin poder jugar las mismas cartas de los últimos 20 años (Julio Martínez Senador e Inés Brizuela y Doria Intendenta hasta 2023), y tampoco la de Felipe Álvarez (es Diputado Nacional hasta 2023), se enfrenta a la difícil misión de encontrar una figura que alcance los dos dígitos de popularidad en toda la Provincia. La única que lo lograría es Teresita Luna.
Este importante inconveniente que ostenta la oposición abre la posibilidad al peronismo de salir con dos listas para quedarse con las dos bancas en juego. Una oficial (encabezaría Pedrali) y otra del peronismo disidente (¿Beder Herrera?).
Diputados Provinciales: 18 Bancas
- Capital: 8 Diputados. Teresita Madera, Elio Díaz Moreno y Juan Santander (PJ), Gustavo Galván y Alfredo Brígido (Juntos por La Rioja), Sonia Torres y Pedro Goyochea (Encuentro por La Rioja), Gabiela Amoroso (Con la Gente).
- Rosario Vera Peñaloza (Chepes): 3 Diputados. Antonio Godoy y Cristina Saúl (PJ), y Daniel Miranda (UCR).
- Felipe Varela (Villa Unión): 3 Diputados. Hugo Páez y Maricel Muñoz (PJ), y Juan Amado (UCR)
- Sanagasta: 1 Diputado. Hernán Gurgone (PJ)
- Castro Barros: 1 Diputado. Fernando Delgado (PJ)
- Juan Facundo Quiroga: 1 Dipuado. Juan Ramón Romero (PJ)
- Vinchina: 1 Diputado. Ariel Oviedo (PJ)
En cuanto a la elección local, se renueva la mitad de la Legislatura. De esas 18 bancas, 8 pertenecen al Departamento Capital, donde -como sucede generalmente- se dará la ‘madre de todas las batallas’. No hay ninguna duda de que el Partido Justicialista triunfará en los seis Departamentos restantes. Es tal la supremacía del Oficialismo, que el interrogante pasará por ver si en Chepes y Villa Unión, donde en 2017 la oposición logró quedarse con una de las tres bancas en juego, el PJ logra la totalidad de las bancas.
De estas 10 bancas en juego en el Interior, el PJ pone en juego 8 y la oposición 2 (Juan Amado y Daniel Miranda). Todas las Encuestas coinciden en que el oficialismo retendrá esas ocho bancas (la discusión pasará por espacios internos del peronismo), y -como se dijo más arriba- el PJ está en condiciones de ir por las dos bancas que hoy están en manos radicales.
En Capital el escenario del 2017 no es el mismo que el actual. Hace cuatro año, el oficialismo solo obtuvo 3 bancas, mientras que cuatro quedaron en manos opositoras a Provincia (2 Cambiemos y 2 Paredismo), y una en manos de la ‘neutral’ Gabriela Amoroso. La Coyuntura hizo que de esas 8 bancas, hoy seis le respondan a Casa de las Tejas, por lo que se le sube la vara al PJ.
Desde esta óptica, se torna una ‘misión imposible’ que el oficialismo pueda sostener las ‘seis manos’ que hoy votan a su favor. Sin embargo, por el impacto que generaría recuperar electoralmente la Capital, un triunfo -aunque más no sea por un voto- será festejado como un gol de mitad de cancha por Casa de las Tejas.
Ganando la elección (y obteniendo tres bancas como en 2017), poco le importará al oficialismo contabilizar tres Diputados menos en Capital.
Más allá de los posibles candidatos (la danza de nombres es interminable), hay dos factores claves para definir esta elección: fecha y cantidad de listas. Primero, será vital saber si la elección se desdobla de las nacionales; y segundo si habrá tres listas -como pasó en 2017- con chances reales de vencer, o si la oposición logrará la Unidad.