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La situación para muchos podría ser de burla, pero lo cierto es que para una vecina del barrio Mirador II, de esta ciudad, solo es de angustia, ya que su querido amigo, un caniche blanco, nunca más volvió a ser el mismo luego de horas de ausencia de su hogar tras la envidia de los vecinos.
Es que según los dichos de la dueña del perrito, los vecinos “envidiosos del caniche por su belleza”, tiraron malas ondas a la mascota y hasta lo “secuestraron” por unas horas y cuando volvió ya no era el mismo.
“El perrito me ladra, me gruñe y hasta ahora está agresivo conmigo”, dijo la mujer ante los medios de comunicación. Ahora, busca que un curandero eficaz le saque el maleficio.
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