Recordemos que el crimen ocurrió el pasado 12 de noviembre en la madrugada, en la casa de Luciano Francisco Avila -un comerciante de 60 años conocido como “Kelo”- que está ubicada en la calle Mendoza de la ciudad riojana de Chamical.
Según informó el comisario local Ceferino Nievas, el hermano de Avila llamó a la Policía avisando que estaban asaltando al comerciante, que es dueño de un vivero y una maderera.
A raíz del llamado, Nievas envió a dos policías en moto a la casa del comerciante. Como nadie les abrió la puerta, los efectivos saltaron el portón y entraron: allí se encontraron a la esposa de Avila, Iris Paigés, maniatada en el comedor.
En tanto que el comerciante fue hallado en su dormitorio. Estaba muerto, tendido en su cama y presentaba una herida en el pecho.
La mujer del comerciante le dijo al fiscal Enrique Stoller que dos encapuchados habían entrado a la casa y los sorprendieron en el dormitorio. A ella la llevaron al comedor y la ataron. Mientras que su esposo quedó en la habitación con uno de los delincuentes.
El fiscal relató que la mujer declaró que durante un rato “escuchó una discusión” que venía desde el cuarto, pero que luego “no lo escuchó más al marido”.
Stoller señaló también que fue la esposa del comerciante quien logró agarrar el celular de Avila y llamar su hermano, a quien le pidió que llamara a la Policía.
Tras declarar, la esposa de Avila también quedó detenida. La mujer quedó sospechada porque tenía rastros de sangre en su ropa. El yerno, también está detenido, sospechado de ser el autor material del hecho.