En ese lugar se encontró con su novio, «Julián», un poco mayor que ella. Bailaron un rato, estuvieron con amigos y en determinado momento de la noche salieron a caminar por un enorme parque que rodeaba el salón de fiestas. Se sentaron en un tronco cerca del estacionamiento y escucharon ruidos. Se dieron vuelva y quedaron frente a cinco hombres armados que habían salido de entre unos pinos tupidos.
«Creyeron que sólo iban a robarles, pero no: les preguntaron su eran novios, los arrastraron detrás de un montículo de tierra, los obligaron a tener relaciones sexuales y, como no pudieron, hicieron que ‘Valentina’ les practicara sexo oral a todos cuando aún estaba encima de ‘Julián’. A unos metros, cientos de adolescentes seguían bailando», indicó el matutino porteño.
«Valentina» contó su calvario: «me preguntaban si yo era virgen, les dije que sí, y querían que tuviéramos relaciones sexuales nosotros dos ahí, para mirarnos. Obviamente que no podíamos. Me seguían tocando. Nosotros fingíamos que lo hacíamos, pero se dieron cuenta de que no podíamos. Entonces uno dijo: ‘bueno, que me la chupe’. Y me hicieron hacerles eso. No sé, a 3, a 4, a todos… No sé porque cerré los ojos».
Los depravados escaparon con algunas prendas, cadenitas y celulares de los chicos. «De lo que pasó después se acuerdan poco: que salieron corriendo, que gritaban que los ayudaran y que, como eran novios, nadie les creía: pensaban que se habían ido a ‘transar’ a la oscuridad y que por eso les habían robado», informó Clarín.
Tres de los delincuentes fueron detenidos poco después. Un cuarto sigue prófugo y el quinto nunca fue identificado.
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