A Formosa le sigue la provincia de Salta en 2° lugar con 299.794 hogares identificados, de los cuales, 58.202 son clasificados con NBI; representando el 19,4 % de los hogares en los que habitan 284.767 personas, Chaco con el 18,1% ocupa el 3° lugar de hogares clasificados con NBI; le sigue Santiago del Estero con 17,6 % en el 4° lugar.
Según los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la provincia de Misiones está en el 5° lugar con 302.953 hogares identificados, de los cuales, 47.406 son hogares clasificados con NBI; esto representa el 15,6% de los hogares con NBI en los que habitan 208.805 personas. Le siguen las provincias de Jujuy 15,5%; Corrientes 15,1%; Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur con 14,3%; Tucumán con el 13,3%; La Rioja y Catamarca con el 12,3 y 11,4% respectivamente ocupando el 10° y 11° lugar; Neuquén y San Juan con 10,4% y 10,2% y las restantes provincias que se encuentran por debajo de los diez puntos porcentuales
Lo preocupante de la situación es que en los hogares donde hay adolescentes la situación es peor; es decir, el porcentaje de hogares con adolescentes y Necesidades Básicas Insatisfechas es superior al porcentaje total de hogares con NBI.
Si se analiza en el cuadro elaborado por Unicef se observa que el total de hogares con adolescentes y NBI alcanza 21,6% en Misiones pero el total de hogares con NBI (tengan o no adolescentes) se reduce automáticamente a 15,6% en el mismo período y usando las mismas técnicas de medición y control.
Sólo superan a Misiones (21,6) en cuanto a porcentaje de hogares con adolescentes y con NBI, las provincias de Formosa (28,8), Salta (27,4), Chaco (27,1), Santiago del Estero (26,6) y Corrientes (24,1).
El promedio nacional de hogares con adolescentes y NBI alcanza el 16,5%; mientras que solo los hogares con NBI suman el 9,1 del total. Se presume, al analizar los números, que las familias con adolescentes generan mayores demandas económicas que los jefes de hogar no pueden cubrir, y por ello se incrementa el porcentaje de NBI cuando hay adolescentes, porque es más costoso mantener una familia más numerosa.
El concepto de NBI permite la delimitación de grupos de pobreza estructural y representa una alternativa a la identificación de la pobreza; considerada únicamente como insuficiencia de ingresos. Este concepto se aplica a los censos argentinos desde 1980 y permite la comparabilidad histórica.
Por medio de este abordaje se identifican dimensiones de carencias absolutas y se enfoca la pobreza, como el resultado de un cúmulo de privaciones materiales esenciales.
Los bienes que se toman en cuenta para elaborar el indicador, tienen que ver fundamentalmente con aquellos aspectos que hacen a la calidad de vida. En este enfoque, se contemplan características de las viviendas, la escolarización en el nivel primario de educación formal y el mercado de trabajo.
Este último considera al trabajo en su función de generador del ingreso necesario para alcanzar los niveles de consumo que requiere la familia para adquirir bienes y servicios básicos para la subsistencia.
En definitiva, se consideran hogares con NBI a aquellos que presentan al menos una de las siguientes privaciones: viviendas precarias o inquilinato; hogares sin retrete; hogares donde hay tres o más personas por cuarto; hogares donde tienen un niño en edad escolar que no asiste a la escuela y hogares donde hay cuatro o más personas por un miembro ocupado y que tienen un jefe que no ha completado el tercer grado de escolaridad primaria.
En términos totales, de los 12.171.675 hogares identificados en el territorio nacional (censo 2010), 1.111.622 son clasificados con NBI; esto representa el 9,1% de los hogares en los que habitan 4.956.771 personas.