Redacción de RiojaLibre
A pesar de los intentos desmedidos de Leila Torres (Secretaria de Prensa) por ‘tapar la olla’, el escándalo ya es de público conocimiento y ensucia a varias autoridades y personal de la UNLaR.
El hecho delictivo se produjo en la Subsecretaría de Postgrado, hasta hace unas horas a cargo de Rodrigo Torres. A los estudios de postgrado pueden acceder solo los profesionales con título de grado (Contador Publico, Abogado, Medico, Lic en Psicopedagogía, etc); no son gratuitos, ya que debe pagarse un arancel mensual que permite el financiamiento de la oferta de postgrado que tiene la Universidad.
El problema aparece con el cobro de ese arancel. Las normas indican que dicho arancel debe pagarse en la oficina de la Fundación de la UNLaR (FUNLaR) o realizarse un depósito en una cuenta bancaria. Sin embargo, durante el año pasado, los días sábados (de gran actividad en esta área) habría existido un Empleado No Docente de la UNLaR que se ofrecía ¨amablemente¨ a cobrar el arancel a los distintos estudiantes de postgrado.
Se trataría de Julio Romero, tercer candidato al Consejo Superior en la lista del Frente Para Todos Unlar, encabezada por Alejandro Álvarez como candidato a Rector. La impunidad era tal que los recibos eran firmados por este NO Docente, pero luego ese dinero que figuraba en los recibos NUNCA llegaba a la FUNLaR.
Se habla de un perjuicio de casi $250.000, esto afecta a la UNLaR y a profesionales que confiaron en la Institución para capacitarse y pagaban puntualmente la cuota mensual.
Al respecto en las últimas horas se hizo pública la Renuncia de Rodrigo Torres, responsable de la Subsecretaría de Postgrado. Sin embargo, según aportó una fuente interna a RL, sería el propio Torres quien se cargará la investigación al hombro e irá hasta las últimas consecuencias para limpiar su buen nombre y honor.
Se vienen denuncias civiles y penales en la UNLaR. Otra vez la Casa de Altos Estudios manchada por actos corruptiles, en esta oportunidad bajo la Gestión de Fabián Calderón.

