El presidente, Mauricio Macri, anunció que comenzó negociaciones para acordar un salvataje con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un crédito que permita evitar una grave crisis financiera. A cambio, según pudo saber El Destape, el organismo internacional exige congelar jubilaciones por dos años y despedir a miles de empleados públicos.
“Esto nos va a permitir reforzar este crecimiento y desarrollo, para evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia”, afirmó Macri en un mensaje que grabó desde la Casa Rosada.
Este medio pudo averiguar las duras condiciones que exigió el Fondo y que Macri no reveló: el organismo multilateral pidió congelar jubilaciones, luego del cambio de fórmula de movilidad, y despedir a miles de empleados públicos.
La noticia del pedido de rescate de Macri al FMI fue una primicia publicada por Roberto Navarro en El Destape el viernes pasado. “El precio de la movida será atarse a las recetas del fondo: congelamiento de jubilaciones, despido de empleados estatales y eliminación total de subsidios a las tarifas, entre otras”, adelantó el periodista.
El anuncio fue la segunda aparición pública del presidente en el día. Antes estuvo en un colegio de Bella Vista junto a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, pero la disparada del dólar que superó los 23.40 en la mayoría de los bancos.
En medio de la subida del dólar y a pesar de los mensajes enviados al mercado, el riesgo país tocaba un nuevo récord en 30 meses. Subía este mediodía hasta los 485 puntos básicos y superaba así al que dejó el kirchnerismo en 2015.
ESTO DECÍA DUJOVEN EL AÑO PASADO:
Dujovne: «No vamos a tener un programa con el Fondo Monetario»
De visita en el edificio de Ámbito Financiero, el ministro de Hacienda celebró que hoy la política sea autónoma del FMI. Se mostró optimista sobre la marcha de la economía y prometió baja inflación en el segundo semestre.
Periodista: ¿Arranca la economía?
Nicolás Dujovne: Lo que vemos es que la economía en el 4° trimestre de 2016 creció contra el trimestre anterior. Y lo mismo se está viendo en este primer trimestre del año. Hay particularidades de esta recuperación distintas a otras. Por un lado en el 4° trimestre vemos que el consumo crece, pero que empujan más fuerte la inversión y las exportaciones. Hay mucha heterogeneidad sectorial y un cambio en el patrón de crecimiento. Hace un año lo único que crecía era el consumo, con la inversión y exportaciones mal.
P.: ¿Mantienen el pronóstico de crecimiento de 3,5% para 2016?
N.D.: Estamos confiados en que la economía va a crecer 3,5%. Los números que vamos viendo no nos hacen variar.
P.: Las consultoras y analistas del Relevamiento de Expectativas de Mercado validan a ese pronóstico. Pero no el 17% de inflación…
N.D.: Pienso que se va a producir un fenómeno parecido al del año pasado. Si miran el primer semestre, la inflación anualizada estuvo arriba del 60% y en el segundo semestre en el 18%. Ahora se tiene un primer bimestre con inflación anualizada de 22-23% pero porque en febrero tuvimos mucha suba de precios regulados. Entonces extrapolar eso al resto del año es un error porque en la segunda mitad del año vamos a tasas de inflación muchísimo más bajas.
P.: ¿Por debajo del 1% mensual?
N.D.: No me sorprendería que estuviera en torno al 1% mensual. El año pasado, en el segundo semestre, la inflación fue un tercio de la de la primera mitad. Además el año pasado estaba la liberación del tipo de cambio. Pero la política monetaria del BCRA tiene rezagos. No solo no tenemos la suba de precios regulados sino que además viene ya el efecto rezagado de la política monetaria con un BCRA que hace un año viene trabajando.
P.: ¿No cree que la caída del dólar, o la fuerte apreciación del peso puede poner freno a la economía?
N.D.: Primero creo que el tipo de cambio de hoy es más competitivo que el que tomó esta administración. El tipo de cambio real multilateral es mejor que el del 2015. Contra el dólar, se ha movido cerca de 70% y la inflación acumulada desde diciembre de 2015 es más cerca de 40%. Además se han quitado retenciones a la exportación que no sólo estaban gravando productos agrícolas. Todas las exportaciones argentinas tenían un mínimo de 5%. Además había sectores donde tenían prohibición de exportar por lo que el precio que recibían los productores era inferior a la paridad de exportación. Si uno toma todo eso más algunas ganancias de rebaja de costos que estamos teniendo en puertos, algo en ferrocarriles, diría que estamos mejor pero falta muchísimo.
P.: El ahorrista cada vez compra más dólares. Y crecen fuerte los gastos en el exterior con tarjeta…
N.D.: El fenómeno es normal cuando hay venta de dólares del sector público. Si la demanda de pesos se mantiene constante, si hay venta de dólares de uno, tiene que haber compra del otro lado. Es un fenómeno que se explica mucho por la demanda de pesos.
P.: La impresión en el mercado es que al BCRA le sobra tasa. Que tranquilamente podría bajarla. Y que además, hoy fomenta la bicicleta de vender dólares y ganar con la supertasa.
N.D.: Es una mirada un poco ansiosa sobre el nivel de actividad. Hoy la meta de inflación es 17%, la expectativa del sector privado es 20,8% y la tasa de referencia en 24,75%. Entonces 24,75% contra 20,8% nos da 4 cuatro puntos de tasa real pero contra 20,8% es algo menos de 20% de sobretasa del BCRA sobre la inflación esperada. Y la otra cuestión es que las tasas operadas con volumen son las de las Lebac, que hoy están en 22% en la más corta; si uno mira la curva de Lebac promedio, está en 20%; la tasa pasiva está 19,5%. No me queda tan claro que haya una sobretasa.
P.: También llamó la atención que en este contexto el BCRA baje encajes. Los $30.000 M que liberó los bancos se lo pueden colocar al 24,75% en lugar de prestarlos. De hecho aseguran que mucha demanda de crédito no hay…
N.D.: El año pasado los encajes subieron 4 puntos y ahora el BCRA los bajó dos. Los encajes actúan como un impuesto a la intermediación financiera que lo que genera es menos tasa pasiva o más tasa activa manteniendo lo demás constante. Ahora lo que se permite es, con el mismo margen de intermediación financiera, que paguen más a depositantes o que cobren menos por lo que prestan. Creo que es una decisión correcta ir bajándolos. Los encajes son altos en la Argentina.
P.: ¿No teme que las elecciones, una eventual candidatura de Cristina de Kirchner y la incertidumbre del resultado en PBA frenen las inversiones?
N.D.: Esperemos que no. Espero que el sector privado haga como el Gobierno, que formula su política económica independientemente de que es un año electoral. Nos gustaría que el sector privado haga lo mismo y que piense a largo plazo como nosotros.
P.: Está por viajar a la cumbre del FMI-Banco Mundial en Washington. ¿Qué gestiones hará?
N.D.: Con el FMI estamos contentos de volver a tener una relación madura. Antes éramos socios de un club que decía prohibido entrar a la cancha sin remera y entrábamos sin remera. Era la posición del Gobierno anterior. Si les resultaba tan molesto formar parte de ese club, ¿por qué no se retiraban? Ahora Argentina simplemente acepta las normas y tiene una revisión bajo el artículo IV. Nuestra política económica es autónoma. EL FMI puede decir lo que se le ocurre y nosotros hacemos lo que tenemos ganas. El FMI sólo puede pedirles medidas a los países cuando tienen un programa en el que presta y ahí empieza a marcar la cancha. Nosotros no tenemos programa con el FMI ni vamos a tener. Ahora el Fondo es un buen ámbito de discusión. No es el que vimos en el pasado.
P.: ¿Cómo es el diálogo con su par de Brasil?
N.D.: Estuve con él y hablamos varias veces. Con el viaje del presidente Macri y antes en Davos. Siempre intercambiamos información sobre cómo venimos cada uno. En las últimas reuniones estuvimos resolviendo temas de intercambio de información tributaria. Además resolvimos problemas de doble imposición a exportadores de servicios a Brasil que estaban gravados y en la última reunión lo solucionamos. La relación es óptima. En Washington además vamos a estar preparando la reunión del G -20 en Argentina en 2018.
P: ¿Cómo ves los vencimientos de deuda en 2018? ¿Ves algún tipo de amenaza? ¿Argentina es vulnerable frente a un shock externo?
N. D. Hoy algo más del 70% del financiamiento para 2017 está cubierto. El año que viene ya no vamos a tener el vencimiento puntual del Bonar X de este año y vamos a tener un déficit fiscal de un punto del PBI más bajo. Además, éste va a ser un gran año para el mercado de capitales argentino: va a crecer muy fuerte en términos reales y medido en dólares. Esto significa que, ya en 2018, el mercado va a estar capacitado para absorber una parte más importante del financiamiento del Tesoro. Ya no vamos a tener un BCRA tan absorbedor de pesos como en 2016, cuando tenía que hacerlo para limpiar el exceso de 2015.
P: ¿Ve decisivas las paritarias para la inflación? ¿Cómo deberían ser?
N. D.: La paritaria privada debe ser lo que sea: si pagan más puntos de inflación, eso favorece el crecimiento, siempre y cuando los sectores lo puedan pagar. Porque después hay sectores que te dicen que tienen que ajustar el empleo porque se pasaron de rosca. Entonces, ¿cuándo se estimula el consumo? Sólo cuando la paritaria le sirve a la empresa y al trabajador. Porque si eso redunda en una pérdida de empleo, eso no sirve tampoco. Que sea la que se pueda pagar. Y ahí va a haber mucha heterogeneidad, según los sectores. Lo que va a determinar cuánto va a subir el consumo va a ser la inflación.
P: ¿Cómo ves el blanqueo?
N. D.: Estas semanas son clave. Somos muy optimistas. Es el último que va a tener la Argentina porque, después del éxito de éste, cualquiera va a verse menor.
P: ¿Preocupa la suba de tasas de Estados Unidos?
N. D.: No, viene de niveles muy bajos. Además hay una contradicción: si están tan preocupados por el tipo de cambio en la Argentina, la suba de tasas va a ayudar a subirlo. No veo problemas financieros. Cuando las tasas suben con el mundo creciendo es otra cosa: los datos de empleo vienen fuerte en EE.UU., y las tasas suben en medio del lanzamiento de un programa de infraestructura en ese país, que acelera el crecimiento económico.
P: ¿En qué quedó lo del intercambio de información fiscal con Estados Unidos, con el cambio de administración?
N. D.: No cambia nada. Seguimos con el programa. Esa agenda no se interrumpió. Vamos a reunirnos con autoridades del Tesoro americano en Washington cuando sean las reuniones del Fondo Monetario.