Redacción de RiojaLibre
El Concejal Nelson Johannesen presentó una moción de orden para votar sobre la desestimación del proceso que pesa sobre Freddy Herrera. Rápidamente, Nazareno Rippa se rehusó a votar e inmediatamente Galván siguió la línea de Rippa y enarboló una catarata de insólitos argumentos para cumplir con el pedido de Rippa.
En un momento de la sesión, Rippa -a los gritos- pidió un cuarto intermedio. Era totalmente improcedente, pero increíblemente el Viceintendente Guillermo Galván termina por pedirlo. El mismo duró muy poco ya que apenas levantado de su estrado le aclararon a Galván que era totalmente ilegal el cuarto intermedio.
Luego de muchos insultos, agravios y hechos lamentables, Rippa pidió que se levante la sesión. «Levante la sesión Presidente», le ordenó desde su banca Rippa a Galván. ¿Qué pasó? Siendo las 12:17hs, Galván levantó la sesión. Si ningún hecho que justifique levantar la sesión, ya que la mayoría de ocho concejales quería seguir sesionando, Galván cumplió la orden de Rippa y levantó la sesión.
Con minoría, y desde su banca, el concejal inesista Nazareno Rippa maneja a gusto y piaccere la sesión. El Concejo Deliberante no tiene conducción, no tiene mando, no tiene liderazgo.
Cuando no hay conducción ni mando, los hechos lamentables y borchonosos no tardan en aparecer.