Redacción de RiojaLibre
La relación del Gobernante con los ciudadanos es lo más importante en la Gestión; cuando el vecino pierde la Fe en su Intendente, el destino ya está juzgado. Los dos puntos centrales en dicha relación es la credibilidad y confianza que los ciudadanos tienen en su Intendente.
En ese sentido, Inés Brizuela y Doria no pudo haber comenzado de peor manera su paso por la Intendencia. Es que en el discurso de asunción, no paró de repetir la palabra AUSTERIDAD, e hizo anuncios en esa línea: declaró la Emergencia Económica, y adelantó que le sacará los autos oficiales y los teléfonos corporativos para funcionarios y empleados.
«La situación económica es crítica», repitió en varias oportunidades. Sin embargo, la ‘crisis’ parece ser para ‘los demás’. Es que apenas terminada la ceremonia de la Jura, minutos después de jactarse de la AUSTERIDAD y hacer demagogia con la reducción del gasto público, Inés Brizuela y Doria se fue a comer al salón de eventos más caro y exclusivo de la Provincia, en una cena con todos los lujos, junto a alrededor de 500 personas.
En su discurso, la flamante intendenta fue contundente al hablar del valor de la austeridad en el equipo de gestión. Pero a menos de una hora de hacerlo, se despachó con una Cena que costó alrededor de un millón de pesos.
El relato de Inés no se respaldó con los hechos. Habló de Crisis, Emergencia Económica, y AUSTERIDAD, y a la media hora cenó junto a 500 personas en el salón más caro de la Provincia.
¿Esa es la ‘lógica de gestión’ que nos espera en estos cuatros años?