Redacción de RiojaLibre
A fines del año pasado, RL fue el primer medio en anticiparte la ruptura entre las dos máximas autoridades de la Universidad Nacional de La Rioja. Se demoraron un tiempo en oficializarlo, pero tanto el Rector Fabián Calderón como el Vicerrector José Gaspanello confirmaron públicamente aquella primicia de RL.
Ahora, es realmente particular la situación política que vive la UNLaR, con un Vicerrector liderando un grupo de funcionarios opositores. El término (funcionarios opositores) es tan confuso como real: son funcionarios del oficialismo y cobran religiosamente todos los meses sus abultados sueldos, pero hacen ‘oposición activa’ al Proyecto que Gobierna la UNLaR.
Este grupo, que en los pasillos de la Universidad se los apodó ‘Los Entregadores de la UNLaR’, intentó un golpe institucional promediando el año. Aprovecharon la Pandemia para disfrazarse de opositores, intentando lograr adhesiones del Estudiantado, soñando con una Toma que termine por destituir al Rector.
Pero fracasaron rotundamente: la Asamblea Universitaria aprobó por amplia mayoría la extensión de los mandatos vigentes hasta -como plazo máximo- el 20 de Diciembre de 2021.
Ahora, Los Entregadores de la UNLaR vano por el desfinanciamiento de la Universidad. Solo así se explica que el Vicerrector ‘se prenda’ en el Proyecto de Ley que presentó el Senador macrista Julio Martínez. Mashasha pretende crear la Universidad Nacional de Aimogasta, que perjudicaría gravemente los actuales ingresos de la UNLaR, ya que perdería la Sede de ese Departamento.
Fabián Calderón reconoció en #ElinterpretadorTV que «cuando regresé de la licencia el año pasado, comenzó fuertemente el distanciamiento con el Vicerector». El distanciamiento no solo fue con Gaspanello, dino también con el Decano de Aimogasta y parte del gremio ND ATUR. El Rector alegó que «estos sectores estaban construyendo otro proyecto, con otros actores que les abrían las puertas y acordaban en plena campaña electoral».
Meses después, esta alianza entre el Vicerrector y el Macrismo se hace visible. Gaspanello participó de la reunión virtual junto a Julio Martínez en la que se debatió la creación de la nueva Universidad Nacional de Aimogasta.
Claro está que Gaspanello tiene libertad plena para militar en el espacio político que le parezca conveniente; lo no deja de llamar la atención en la contradicción ética y moral de seguir cobrando un sueldo millonario de un Proyecto de Gobierno al que ya no pertenece, y al que públicamente se opone y milita en su contra.