Seguimos repasando #LoMejordelAño, esta vez con una nota bien fresquita, de mediados de Diciembre, donde argumentamos por qué decimos que Beder sigue teniendo el poder. Aquí la nota:
Redacción de RiojaLibre
Desde hace varias semanas, debemos reconocer que a cada reunión o encuentro que asistimos con los diferentes protagonistas políticos riojanos, nuestra primera pregunta -en off, claro está- fue: ‘¿quién Gobierna, Casas o Beder?’. El 90% se volcó por la segunda opción, pero nos gustaría manifestar el argumento que nos dio un Intendente para justificar su respuesta: «Mientras esté ‘Guerrita’ (así lo llama Beder) en la Caja, el poder lo tiene Beder».
Ricardo Guerra fue el primer Ministro confirmado en el Gabinete de Sergio Casas. Existían danza de nombres para todas las áreas, pero había una de la que nadie dudaba quién sería el Ministro: Hacienda. En la era moderna, política es igual a plata, y en La Rioja la Caja la Maneja Beder. Ricardo Guerra es el ‘instumento’ (100% leal e inquebrantable) por el cual el Dr. hace uso -y a veces abuso- de esa ‘Caja’.
El control de la Economía en la Provincia Beder se lo aseguró sumando al dominio de la Caja, las Obras y la Producción. Juan Velardez es un ‘invento’ (en el buen sentido de la palabra) político de Beder Herrera, un joven ingeniero que escucha una sola voz, la de su líder y conductor; por eso se convirtió en Ministro de Infraestructura. Las SAPEM serán dominadas por Javier Tineo, a cargo de una nueva Secretaría (Ciencia y Tecnología) con superpoderes sobre la producción económica de La Rioja. Es tal la ‘obediencia’ de Tineo a Beder que ni siquiera hace falta aportar pruebas para justificarla.
Vale hacer una aclaración: si bien Velardez y Tineo ratifican y aumentan el abusivo poder que tiene Beder, hay que aclarar que con el manejo de la ‘Caja’ (Guerra) alcanza. Tanto las SAPEM como las Obras dependen de los fondos y recursos que salen a través de esa Caja.
Ahora pasemos a la Justicia, el otro ámbito vital de poder en una sociedad. No solo seguirán los tres jueces ‘subordinados’ al poder de Beder (Ana, Brizuela y Pagotto) en el Tribunal Superior de Justicia, sino que Beder se da el lujo de sumar dos más de su extrema confianza (Juan Ártico y Nicolás Azcurra) para controlar el Tribunal en caso de que alguno de los jueces ya existentes ose con rebelarse. Decimos estos por algunos rumores de una ‘excelente’ relación entre Bosetti y Luis Brizuela.
Beder aplica lógica aritmética para contrarrestar un posible cambio: no es lo mismo un juez ‘rebelde’ en un TSJ de tres miembros (convenciendo a un solo ‘compañero’ tendría mayoría), que un juez rebelde en un TSJ de ‘cinco’ miembros.
Otro puesto clave es el de Luis Zamora, presidente del Tribunal de Cuentas e ‘íntimo’ amigo de Beder Herrera. El TdC es el órganismo que se utiliza para ‘controlar’ a las distintas autoridades. Es decir, Zamora es quien decide con qué vara (intensa y estricta o débil y blanda) se vigila a Intendentes, Diputados o Ministros. En caso de encontrar ‘algo raro’, se inicia un expediente, que seguramente arribará en la Fiscalía de Estado. ¿Quién quedó como Fiscal de Estado? Otro súbdito incondicional de Beder: Héctor Durán Sabas.
Mientras muchos se ‘preocupaban’ por cargos menores, Beder se aseguró el control de las áreas que le permitan dominar esos cargos. Pongamos un ejemplo al azar (verdaderamente al azar, sin ningún tipo de suspicacias): Rubén Galleguillo, nuevo Ministro de Planeamiento e Industria. Gallegullo no es de los considerados ‘ultra bederistas’, pero qué pasaría si Beder le ‘ordena’ algo y el Ministro NO cumple.
Primer reacción: se le cierra la ‘caja’ mediante Guerrita. Si Galleguillo insiste en su ‘rebeldía’ y osa con ‘exponer’ a Hacienda, el TdC ‘encontrará’ alguna irregularidad en Industria. Intercederá la Fiscalía de Estado para judicializar la causa y -si el propio Galleguillo no dimite- Casas estará obligado a pedir su renuncia. Ya desde afuera del Gobierno, Galleguillo podrá recurrir a la ‘Justicia’, donde tras decenas de apelaciones llegará al ‘TSJ’. Insistimos que el caso hipotético de Galleguillo fue al azar, pero de querer constatar este ‘circuito’ con un caso real y palpable, basta con repasar el paso de José Luis Bellia por Agroandina.
Con lo expuesto… ¿A alguien le queda alguna duda de quién tiene el poder en La Rioja?