El síntoma de la ansiedad lo daban sus productores, Ricardo y Andrea. Desde temprano, se sabía que el programa iría sin cortes. El resultado, un rating por encima de los 20 puntos, justificó la decisión de hacer esta primera emisión sin interrupciones, como alguna vez se hizo con los «debuts» anuales de Tinelli.
«Tranquilo» y «contento de volver» fueron las dos primeras definiciones del conductor. El ánimo de Lanata, a esa hora, contrastaba con la inquietud de productores y periodistas, obsesionados por el rebote en Twitter del programa. También por el rating, que podía verse minuto a minuto dentro del estudio en una pantalla.
Para hacerle el aguante en el primer programa, al conductor lo acompañaron su esposa, y sus hijas Lola y Bárbara, esta última la encargada de vestirlo. También se vio en el piso durante toda la emisión a Carlos de Elía, gerente de noticias del canal. Al final, por la vuelta y por el rating, hubo coincidencia: «Todos contentos».
Fuente: Clarin.com
0
0
