“La curtiembre, al menos el agua subterránea, no está contaminando”, aseguró una vez más el secretario de Medioambiente de la provincia, Nito Brizuela. Por supuesto, fue durante la visita del jefe de Gabinete Jorge Capitanich quien entregó fondos para la realización de la planta de tratamiento. Aunque la situación lleva años sin solucionarse, Brizuela dijo que se “ocupan” y ahora prometió para junio o julio, terminar sólo con el olor en Nonogasta.
El martes y junto a demasiados funcionarios, Nito Brizuela participó de la comitiva en nuestro departamento. A la espera de unos cuantos millones, por supuesto la curtiembre de Nonogasta estuvo incluida en el recorrido.
Como encargado del área provincial que justamente debería hacerse cargo de las cuestiones ambientales –tal cual lo repitió-, Brizuela tomó la posta y ante la prensa presente volvió a defender esa política de que no hacer las cosas no tiene consecuencias.
En ese sentido, se refirió a los trabajos que afirma vienen realizando: “Hace 5 años que venimos trabajando y realizando reuniones con la Secretaría de Ambiente de la Nación, la gente de la Curtiembre y con una consultora que es la que hizo el proyecto de la planta y hoy hace la dirección técnica de la misma”.
Según Brizuela “siempre se están realizando controles sobre lo que se está haciendo, cómo se está haciendo y cuáles van a hacer los resultados que vamos a ver dentro de poco”.
Por supuesto fue consultado sobre la contaminación en Nonogasta, pedido de solución y respuestas que la comunidad implora desde hace años. Brizuela respondió que “ésa ha sido nuestra preocupación, por eso digo que nosotros hace 5 años desde la Secretaría, por indicaciones del gobernador, hemos estado en reuniones en Buenos Aires, en la provincia y en Nonogasta trabajando en forma permanente con técnicos para hacer el proyecto”.
Asimismo, dijo que “esto nos ha permitido pedir fondos a la Nación, vino una parte y ahora estamos concluyendo la primera etapa que es el tema de los cloruros. Todos estos avances de la obra son informados a Nación, para que envíen técnicos supervisar”.
De acuerdo a las declaraciones de Brizuela “a Capitanich le mostramos el grado de avance de la planta de recuperación y tratamiento de cloruros, para la eliminación del olor tan característico que molesta tanto a la gente. Éste fue un trabajo que comenzó hace ya varios años y demandó de numerosas gestiones para elaborar el proyecto y conseguir los recursos para llevarlo a cabo”,
Y volvió a prometer que “hay un tratamiento bastante moderno, con recuperación de agua para riego, en condiciones de ser utilizada en árboles, además de un recupero de materia prima importante, que es un beneficio para la empresa, como residuos y cromo”.
El problema es que, nuevamente según Brizuela, “la obra por las características que tiene es muy compleja, ya que son muchos los materiales y son diferentes los elementos que van en contacto con algunos químicos”.
Esa “parte” tal cual explica, se trata del olor que Nonogasta y también Chilecito y las zonas aledañas, perciben en determinadas horas del día. Ello “según lo informado por el encargado de la obra, Raúl Moreno, en junio ya va a estar terminado”.
Inmediatamente por si a alguien se le ocurría preguntar sobre el tratamiento de los desechos en sí, aseveró que “el jefe de Gabinete por pedido del gobernador va a conseguir los fondos para continuar con la segunda etapa que es el tratamiento del cromo, que es importante en este caso”.
“El control de los pozos de agua, es decir, las perforaciones es una de las cuestiones más importantes para nosotros”, sostuvo el titular de Medioambiente de la provincia quien muy pocas veces visitó Nonogasta y constató in situ la realidad de la población.
Pero para mayor “tranquilidad” de la comunidad, dijo que “hay que saber que hay pozos dentro de la curtiembre y fuera de ella. Lo que hicimos fue ver qué niveles de cromo hexavalentes y arios trivalentes hay en las napas de agua, saber si hay alguna contaminación, es decir, saber si los valores normales se superan o no”.
Su respuesta: “Los últimos análisis nos dan el siguiente: 0,01 de cromo en el agua y lo que está permitido en el agua de beber. Según la Organización Mundial de la Salud es de 0,05 o sea que estamos muy por debajo. Esto es un buen dato, ya que es el mismo desde hace tres o cinco años, por lo tanto estamos ante la presencia de que el cromo no está contaminando el agua porque sino tendríamos diferentes valores a los que tenemos ahora”.
Por lo tanto y en base a estas “nuevas” declaraciones de Nito Brizuela: “La curtiembre, al menos el agua subterránea, no está contaminando”.
Sobre el aire, distintos fueron sus enunciados: “Digamos que pueden haber elementos en el aire por la evaporación”. Aunque también de inmediato prometió que “estamos haciendo un trabajo con la empresa que está haciendo la dirección técnica de la planta para determinar cuál es el nivel de evaporación que tiene y en ese nivel de evaporación cuáles serían los elementos que podrían estar siendo arrojados a la atmosfera”.
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