Redacción de RiojaLibre
Luego de las elecciones intermedias en 2021, Inés Brizuela y Doria supo que si ‘hay un cambio drástico’, su reelección en la Intendencia es una misión imposible. Los capitalinos rechazaron de manera categórica su Gestión en las urnas: solo 2 de cada 10 ciudadanos votaron a la lista que se cargó al hombro la Intendenta.
Lo llamativo es que Brizuela y Doria no opta por un ‘cambio drástico’ en la Gestión que le devuelva las esperanzas de continuar cuatro años más, sino que -fiel al estilo macrista- busca sobrevivir amarrada a algún fenómeno social que le de algo de legitimidad popular.
Pasaron casi seis meses de las elecciones, y la Ciudad sigue sin un Plan de Bacheo serio (solo se limita a tirar arena en algunos lugares intransitables), siguen los mismos problemas en la recolección de residuos, y las calles siguen obscuras como el año pasado. Es decir, Inés no buscó el ‘cambio’ y las respuestas en la Gestión.
Optó por mostrarse cada vez más cerca de Martín Menem, el referente local del polémico fenómeno social Martín Milei. Las Encuestas le sonríen a los libertarios, y el camino que escoge Inés Brizuela y Doria es ‘colgarse’ de esa ilusión.
Consecuentemente, en las últimas semanas se la vio muy cerca del Diputado Provincial Libertario.
Según pudo averiguar RL no solo se trata de fotos, hay conversaciones avanzadas al respecto entre la Intendenta y Lule Menem, operador político del Diputado libertario. Este vínculo se habría afianzado vía Zulemita Menem, hija del ex Presidente; vale recordar que la Intendenta riojana ya se ‘aprovechó’ de esta relación para llegar a la Quinta de Olivos el año pasado, en una sorpresiva reunión con el Presidente de la Nación.
Inés Brizuela y Doria, Milei y Menem. Ese sería el armado político que se avecina en la oposición de cara al 2023, y con el que la actual Intendenta sueña con quedarse cuatro años más en el Palacio Ramírez de Velasco.
Dicha alianza le significará a la Intendenta varias interpelaciones puertas adentro de la UCR: ¿y la convicción radical? ¿y las palabras de Alfonsín diciendo que el límite para una alianza que enfrente al Kirchnerismo es la ‘ultra derecha’? También habrá otras dicotomías menos filosóficas y más propias de un armado electoral: ¿aceptará Galván que se le ofrezca la Viceintendencia a Martín Menem? ¿Cuánto puestos están dispuestos a resignar en la UCR en manos de la ultra derecha?
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