Muchas veces en la política no hace falta decir las cosas literalmente para que la sociedad reciba el mensaje que los líderes nos quieren enviar. Por ejemplo, cuando el ex presidente Néstor Kirchner rompió (para muchos, ‘traicionó’) con Eduardo Duhalde, nunca dijo pública y textualmente: “Estoy enfrentado con el ex presidente”. Incluso hubo que esperar muchos meses para que el propio Néstor hable en contra de su ex aliado en los medios; siempre era su entorno quien criticaba y vapuleaba la figura del ‘Cabezón’.
Situación similar estamos viviendo los riojanos. No se lo ha escuchado al Intendente capitalino asumir públicamente (aunque una fuente nos aseguró que en su seno íntimo ya no lo oculta) su distanciamiento de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, los hechos sucedidos en las últimas semanas nos hacen dilucidar que el Quintelismo ya no integra el espacio denominado ‘kirchnerismo’.
Existe un punto de inflexión en esta relación: el martes 23 de abril del presente años. Ese día, nuestro Intendente mantuvo dos importantes reuniones con funcionarios nacionales de primera línea. La primera habría sido con el Ministro del Interior de la Nación, con la intención de gestionar fondos directamente con el Gobierno Nacional y pasar por alto la administración de Beder Herrera. Pese a tener una buena relación personal con el Gitano, Randazzo debió ponerse firme y esgrimir una frase muy parecida a la siguiente: “La orden viene de arriba, todo debe pasar por el Beder, debés solucionar tus problemas allá”.
Ante una fuerte reacción del Gitano –con amenaza de ruptura incluida-, el Ministro se lavó las manos y lo mandó a negociar con el Subsecretario de Obras Públicas Abel Fatala. Todavía con la bronca encima, y con la intención de sacar algún provecho de su periplo por Capital Federal, Quintela entró al despacho de Fatala (identificado como uno de los kirchneristas más ‘duros’) y fue directo al grano: “Necesito que me habites la caja para hacer obras en la Ciudad, sino no tengo chances de competirle a Beder”. Aunque mantuvo la misma línea que Randazzo (“Todo debe pasar por la Casa de las Tejas”), Fatala le dejó una mínima puerta abierta.
No fue suficiente para el Intendente. A su regreso y tan solo tres días después de dichas reuniones, Quintela se paseó por los medios de la ‘Corpo’ criticando duramente los números del INDEC. Tocarle el INDEC al Kirchnerismo es como sacarle un chupetín a un niño; consecuentemente, el teléfono no tardó en sonar: “¿Qué pasa, te volviste loco?”, dijo una voz ‘amiga’ del Intendente desde Buenos Aires. El mandatario riojano intentó apaciguar los ánimos, explicando que es solo un aviso para que en la Rosada no se olviden de él. “No es el camino, al Kirchnerismo no le van esos jueguitos”, le advirtió la misma vos.
Convencido que estaba en el camino correcto, el entorno del Intendente intensificó el principio de ruptura con el Kirchnerismo. Lejos de lograr su cometido (que en la Rosada den marcha atrás y se acuerden de la Ciudad), Quintela entendió que aquella ‘voz amiga’ tenía razón. El Quintelismo y el Kirchnerismo habían terminado sus relaciones. No había más vuelta de hoja.
El reconocido politólogo alemán Max Weber sostiene que “En el mundo de la política es tan –o más aún- importante la manera de comunicar el hecho que el hecho mismo”. El hecho estaba consumado: la ruptura con el Kirchnerismo. Al Quintelismo le queda vital tarea de comunicar a la sociedad esa decisión. El propio Intendente fue el encargado de comenzar dicha misión: puso en duda su participación en las próximas elecciones. Sabe que el Kirchnerismo necesita de él para lograr su meta de obtener los dos Diputados Nacionales que aporta nuestra Provincia en Octubre, y anticipando su prescindencia le trae un verdadero dolor de cabeza a la Presidenta.
Parecería ilógico pensar que si el Gitano quiere ser Gobernador en el 2015 no participe del acto eleccionario de este año, que servirá de ‘prueba’ para ver dónde está parado. “Quintela participará directa o indirectamente, eso es un hecho; pero el paso anterior a decir que va en contra del Kirchnerismo, es decir que no participa ni a favor ni en contra”, le confesó una fuente muy cercana al Intendente a RiojaLibre.
Quién más perjudicada se verá de confirmarse este escenario es la Senadora Teresita Luna. Su persona es mala palabra en el Bederismo (así lo hizo saber el Gobierno mediante un comunicado de las Mujeres Bederistas), y con el quintelismo enfrentado al Gobierno Nacional no le quedará otra que jugar sola. Nadie mejor que Tere Luna sabe que su espacio ya no tiene la fuerza suficiente para afrontar una contienda electoral sin alianzas de por medio. ¿Qué hará entonces la Senadora para poder meter a su hermano –Cacho, Gustavo ya juega para el Gobernador- en el Congreso? Por el momento, pone sus fuerzas en que la relación entre Q y K no se termine de romper. Algo nos dice que su esfuerzo será en vano.
Retornando a las palabras de Weber sobre la importancia en ‘comunicar’ un hecho; el segundo indicio de ruptura lo aportó el Concejal Harry Pérez. La semana pasada te contamos -en este mismo espacio- el crecimiento desmedido que había logrado su figura dentro del Quintelismo. Su pelea twittera con Abel Fatala no hace más que confirmarlo: Pérez tuvo el tupé de enfrentar a un peso pesado del Kirchnerismo. Le recriminó la ‘desantención’ del Gobierno con la Ciudad y hasta lo trató de ‘desonesto’ (por eso que te contamos más arriba de la ‘puerta abierta’ que había dejado el funcionario Nacional).
En las próximas horas o días, seremos testigos de más muestras que confirmen la ruptura entre el Municipio y la Nación. Muchos analistas políticos de nuestra Provincia no la entienden, por aquello de que ‘es imposible gobernar sin acceso a la caja’. Sin embargo, desde el punto de vista puramente electoral no parece tan difícil comprender la apuesta de Quintela: al igual que una gran parte del país, está convencido de que la Presidenta recibirá un fuerte rechazo popular en Octubre.
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