Las lluvias pasaron pero dejaron secuelas en varias familias del departamento. Una es la familia Ochova de Anguinán, cuya precaria vivienda sufrió la caída de una pared y apuntalaron el techo para evitar su caída.
Rubén Ochova explicó que la caída ocurrió días después de las intensas lluvias y “menos mal que sacamos a los niños que estaban en la pieza, porque hubiéramos tenido una tragedia”.
Contó que lo visitó personal de Defensa Civil y algunos funcionarios, pero pidió que haya “una solución más urgente como quitar los escombros, y luego un mejoramiento habitacional”.
Agregó que “somos once integrantes de la familia que vivíamos en tres piezas, ahora nos tenemos que acomodar en dos, por eso quiero aclarar que no pedimos porque sí nomás”.
La vivienda es antigua, partes con adobe y techos de cañizos, más una construcción nueva que hay que revisar por si tiene daños estructurales. Los daños ocurrieron por las filtraciones en los techos y una inundación en las habitaciones.