“Estos ataques que hacen a nosotros, involucrándonos en algo que no tenemos nada que ver, duelen y amargan, y siempre hemos estado a disposición de la justicia, a la que en ningún momento hemos eludido”, sostuvo.
“Siempre hemos dicho nuestra verdad, gritándola a los cuatro vientos”, aseguró.
En ese sentido, dijo que sale a aclarar la situación en los medios “en memoria de mi madre y por mis hijos”.
Respecto del lugar donde se hicieron las excavaciones, comentó que allí, Medina tenía dos casas, en una de las cuales hacía funcionar un comedor infantil. “Tuvimos que vender varias propiedades al punto que no nos quedó casi nada y eso es un tema secundario”, expresó.
Por otro lado, apuntó contra la justicia, diciendo que “muchos hoy tienen que pagar cuando muchos de los verdaderos culpables están libres”.
“Quiero pedir que tengan respeto por mi madre que ya no está y si tuvo que luchar y decir, lo hizo en vida”, expresó.
En ese sentido, dijo que la casa fue vendida en la década del 90, y que “nadie va a negar que mi mamá nos daba de comer sin pedirle nada a nadie”.
Las acusaciones
Se refirió a la figura de Trimarco, invitándola al diálogo: “le diría mirándola a los ojos, cuál fue mi verdad y que uno nunca tuvo que ver con la desaparición de su hija”.
“No tengo odio ni rencor, pese a que mi madre se murió en una cárcel por todo el sufrimiento y el dolor que nos causaron”, afirmó.
Consideró que “a lo mejor ella se dejó llevar por los rumores”.
“No van a tener nunca una prueba porque no pasó, y si tengo que morir por una verdad lo voy a hacer”, adujo.
“Aquí nunca se secuestró ni se mató ni nada parecido”, aseguró El Chenga.
Asimismo, sostuvo que por su parte, “estoy tranquilo ante la justicia y también ante la justicia de Dios”.
Sobre las versiones que en el lugar tiraban fetos de las mujeres a las que sometían a la prostitución, dijo: “Se dicen tantas cosas pero yo me remito a la verdad y estoy preparado para todo”.
Fernando Gómez, alias “El Chenga” fue uno de los 13 imputados del caso Marita Verón, que fue absuelto junto a su difunta madre Liliana Medina y su hermano mellizo, Gonzalo “El Chenguita” Gómez.
“Ellos se olvidan que hay un Dios y lo demás lo manejará mi abogado porque yo trato de seguir con vida que no es más la misma, menos con la ausencia de mi madre”, agregó.
Gómez, enfatizó: “voy a seguir luchando porque nunca tuvimos nada que ver con la Marita Verón”.
Dueño de almacén de barrio
En cuanto a su actualidad, comentó que tiene dos kioscos, y sostuvo que quedó con una deuda bastante grande luego del juicio. “Tuvimos que vender hasta lo que teníamos puesto”, indicó.
Se refirió a la pérdida de su madre, “que fue lo que más me golpeó y por lo que a veces bajo los brazos”.
“La verdad siempre va a triunfar. Yo amo esta provincia, aquí están mis hijos y la gente que quiero, por eso me voy a quedar aquí aunque la gente piense de otra manera, pero tenemos que darnos cuenta que todos somos parte de esta sociedad”, apuntó.
Cuando salió del juicio, aseguró que la gente lo abrazaba y le brindaba palabras de aliento. “Jamás nadie me gritó nada ni me hizo nada, menos aquí en la Provincia”, expuso.
Sobre la relación con sus dos hermanos, dijo “Tenemos diferencias en la forma de pensar y de vivir pero eso no quita el amor de hermanos que es lo que nos enseñó mi madre, luchar por la gente de cada uno”.
“Soy el primer interesado en que esto se sepa y que mis hijos puedan andar tranquilos en la calle”, adhirió.
“De mí han hecho un monstruo”, dijo respecto de lo que siente cuando camina por la calle ante las miradas temerosas. “No se sabe si es por respeto o por miedo por lo que se dijo de nosotros”.
Sus deseos
En un mensaje a Susana Trimarco, refirió: “siento mucho que no tenga a su hija y su nieta a su madre. Tengo cuatro hijos que amo y tengo sobrinos a quienes amo, pero que de corazón pido siempre a Dios que esto se esclarezca y todo salga a la luz. Que la instrucción de Tucumán la confundió tanto al punto de llevarla a un juicio que demoró 10 años”.
“Me gustaría decirle que por un dolor de ella nos destruyó la vida”, expuso y agregó: “le diría que siga peleando y que Dios va a hacer las cosas para que se sepa la verdad”.
“Ojalá que pronto estemos hablando cuando se sepa qué pasó y cuál es la verdad”, finalizó.
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