El festival más importante del Noroeste Argentino tuvo su cierre a pura fiesta con los grupos bailables más representativos de los géneros cuarteto y cumbia, como así también la actuación estelar del gran Sergio Galleguillo, que puso al público a sus pies, en una noche clausura inolvidable.
La movida tropical se adueñó del escenario mayor de La Chaya en una noche clausura que paseó a las más de 25 mil almas presentes por los ritmos de cumbia, cuarteto, reggaetón y folklore, con la presencia estelar del embajador cultural y turístico de La Rioja, Sergio Galleguillo, quien se llevó todas las ovaciones de la noche, reviviendo por última vez, en este año el espíritu chayero con su tradicional repertorio.
El encargado de abrir la noche fue el joven Iván Moreno, que con sus ritmos arrancó las primeras palmas, de un público que ya se encontraba apostado en el predio y dispuesto a la fiesta, para luego dar paso a la cantante Valeria, que mantuvo el público bailando con su repertorio cuartetero.
Le siguió el joven grupo folklórico Proyecto 5, oriundos de la localidad de Nonogasta, que pintaron los primeros matices a la noche con su ritmo folklórico. A continuación, tomó la posta Paola Díaz, “La Loba”, quien con su talento y sensualidad atrapó la atención de todo el público y brindó un show impecable, que la llevó a obtener el aplauso y festejo multitudinario de la gente.
La noche comenzó a calentarse y le tocó el momento al grupo El Suceso, con Jorge Utges a la cabeza, que hizo explotar el predio a fuerza de una música potente, que varió en composiciones contemporáneas con algunos clásicos traídos de la memoria de la Banda Registrada, para el deleite de un público multigeneracional que celebró el recuerdo.
Luego, irrumpió con toda su fuerza Miriam Noé, que desplegó sus ritmos de cumbia e hizo un espacio para el reggaetón, con pegadizos temas que engancharon al público que celebró la actuación hasta el final. Dentro del show, la cantante presentó a sus dos bailarines que se llevaron todas las miradas de la noche con sus pasos.
Seguidamente, y con el público encendido, subió a escena El Manzanazo; que con un puñado de recuerdos logró explotar de euforia a la gente. El momento se prestó, no sólo, para bailar los temas, sino también para corearlos a viva voz. Sonaron de esta manera clásicos como “Ya se acabó”, “Sé que nos volverás”, “Finge amor”, que se entremezclaron con los contemporáneos “La bicicleta”, y “Una cerveza”, instrumentadas con una potente línea de bronces (vientos) que hizo distinguir el show.
La cuota salsera llegó de la mano de Negra Salsa, que alegró la plaza con sus ritmos caribeños, y logró que se armaran pistas de baile improvisadas en todo el predio.
Con más de 45 años de trayectoria, el gran Manolo Puga se hizo presente en el día después, y dejó en claro su vigencia musical; hizo bailar a todos con sus reconocidas interpretaciones y explotó la fiesta de la alegría. Cantó, entre otros, “Aquella noche de verano”, “Con el viento a tu favor”, y cerró a pura chaya con “Carnaval en La Rioja”.
Desde Chilecito, se hicieron presentes Huaitumá, que con una onda eléctricamente poderosa, presentó su particular versión de “El Humahuqueño”, seguido por “Manuel Santillán, El León”, ante un auditorio gustoso, por la apertura musical del grupo de la Perla del Oeste.
Luego llegó el turno de Grupo Vocal Norte, recientemente distinguido por la Comisión Organizadora, como personalidades destacadas de la Cultura, por su aporte a la música riojana. El legendario grupo folklórico, que cuenta con más de 40 años de trayectoria, presentó un repertorio tradicional con el que se ganó el amor de todos.
Los temas más representativos del folklore riojano y argentino en las voces de Enrique “Florcita” Flores, Miguel Salazar, Rubén Garcerón, Gustavo Sánchez y Jorge Utges, se llevaron la ovación de las más de 25 mil almas presentes. Interpretaron “Cholita de ojos azules”, “Zamba para Chilecito”, “Acarreando soledades”, “El alcatráz”, entre otros clásicos.
A minutos de la apertura oficial, el cantante Raúl Minué desplegó sobre el escenario mayor su versatilidad, presentó un repertorio movido y alegre que dejó al público a tono.
A la una de la mañana, llegó uno de los artistas más esperado de la noche: Sergio Galleguillo, quien lo hizo una vez más y logró hacer explotar el predio guardándose el público en el bolsillo con su sonido arrollador y su interpretaciones únicas. A medida que iba desandando su repertorio, el público estallaba en fiesta. Ese camino hizo “Qué linda que es La Rioja”, “Pensando en ti”, “Niñachay” y “El camión de Germán”.
En un momento, “El Gallo” se dirigió a su público y dijo que la Chaya es “la madre de todos los festivales”, y agregó “estoy muy feliz de que el país nos esté visitando y conozcan cómo se vive realmente La Chaya”.
Luego, llegaría el momento más sorpresivo de su actuación, cuando anunció que iba a interpretar la chacarera “El Olvidao”, e hizo subir al autor del tema, “El Duende” Garnica, para interpretarla a dúo.
Para finalizar, Galleguillo eligió “Carnaval en La Rioja”, ante un predio colmado que celebró hasta último minuto el show. Su actuación, de poco más de una hora, le bastó para dejar en claro lo que significa su presencia en La Chaya. El público se rindió a sus pies, lo ovacionó y le pidió el bis que vino con “El Camión de Germán”.
Minutos más tarde, en otro momento cúspide, llegó de la mano del cuartetero Ulises Bueno, quien pisó por primera vez en su carrera la fiesta de La Chaya. Su presencia ya se anunciaba por del micrófono dispuesto para su actuación, revestido una cruz gótica.
Ulises tampoco se guardó nada en cuanto a look. Como es su costumbre, se presentó con su particular barba, campera, guantes de cuero y lentes negros. Con esta impronta, y con sólo su presencia despertó el rugir de los presentes.
El cantante cordobés hizo vibrar al público con las interpretaciones de “Soy”, “La Canción que más me gusta”, “Cuando Quieras, Quiero”, “Intento, “Gabriela”, entre otras. Luego, invitó a Sergio Galleguillo a cantar a dúo e interpretaron “Dale vieja, dale”, con una alegría que fue recibida por los alrededores y festejada con una fuerte ovación. Los artistas se abrazaron, y el cordobés continuó su show convirtiendo el Autódromo Ciudad de La Rioja en la pista bailable más grande la provincia.
Así, de esta manera, la noche llegaba a su final, encendida hasta el último con los shows de El Cuartetazo, Nelson Ávila y La Banda al Rojo Vivo.