El dirigente kirchnerista porteño Juan Cabandié había despotricado contra la Iglesia y el papa, antes de que éste lo fuera. Lo descubrieron. ¿Cuál es el tuit que borró un kirchnerista de su cuenta?
Un violento tuit en contra del por entonces cardenal Jorge Bergoglio surgió desde la cuenta del diputado porteño Juan Cabandié. Claro, corría julio de 2010 y nadie se imaginaba que ese sacerdote al que odiaba todo el Gobierno a coro se transformaría no solo en papa, sino en el destino de cientos de intendentes, ministros, gobernadores y funcionarios de todo el país que viajan al Vaticano con todos los gastos pagos para tomarse una foto con él y recibir su bendición.
OTRA K CONTRA EL PAPA
EL DÍA QUE CABANDIÉ ABANDONÓ EL BLOQUE PARA NO SALUDAR A FRANCISCO: 14 DE MARZO DE 2013
El joven de La Cámpora abandonó la sesión de esta tarde junto a todos los legisladores del interbloque K para no participar del beneplácito que el parlamento porteño se disponía a aprobar por la designación de Jorge Bergoglio como el nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica. Los acusaron de hipócritas y sectarios.
El kirchnerismo porteño no quiso saludar al papa Francisco, el primer sumo pontífice de la Iglesia Católica que es argentino y peronista pero se peleó con la presidenta Cristina Kirchner.
El PRO presentó un proyecto en la sesión de esta tarde en la Legislatura para saludar a Jorge Bergoglio por su designación en el Vaticano, pero el jefe del interbloque K, Juan Cabandié, retiró a sus diputados de la sesión.
Con Cabandié a la cabeza, los legisladores del interbloque se quedaron por unos minutos en el pasillo sin saber qué hacer.
–¿Qué hacemos? –preguntó una legisladora de uno de los bloques aliados al Frente para la Victoria.
–Nos van a querer meter lo del memorándum de Irán también –señaló otra aliada.
–¿Y el Canca? –preguntó un legislador en referencia a Dante Gullo, que fue el último diputado kirchnerista en retirarse del recinto, cuando la sesión ya había empezado.
–La cagada se la mandó Palmeyro, que se logueó y les dio quórum –rezongó otro diputado.
Luego de unos instantes de incertidumbre, Cabandié ordenó a los legisladores que lo siguieran al hall para no quedar en medio del pasillo ante la mirada de asesores y periodistas que no entendían la jugada. Después, volvieron a sus despachos y no regresaron a la planta baja.
Las legisladoras María Rachid y María José Lubertino, dos de las más críticas del papel de la Iglesia y en especial de Bergoglio, querían participar de la sesión para cuestionar la designación del nuevo papa pero debieron acatar la orden del jefe de bloque.
La sesión continuó con la presencia del bloque del PRO y del resto de los bloques, incluso los de izquierda.
La legisladora porteña más cercana a Bergoglio, la macrista Victoria Morales Gorleri, que fue quien presentó el proyecto para saludar al nuevo papa, advirtió que “algunos, con humildad, hemos intentado resolver los problemas de nuestra sociedad, otros optaron por no sentarse a escuchar».
En tanto que el legislador Juan Pablo Arenaza, que responde a Patricia Bullrich, acusó a los legisladores kirchneristas de “intolerantes, hipócritas y sectarios”.
“Estos son más papistas que el papa”, aseguró visiblemente ofuscado un legislador que no pertenece ni al PRO ni al kirchnerismo.
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