Redacción de RiojaLibre
Una de las tantas tesis de Jurgen Habermas (filósofo y sociólogo alemán, conocido sobre todo por sus trabajos en filosofía práctica) indicaba que una estrategia de poder muy efectiva podía ser la ‘confrontación’. Siendo los más breves y simples posibles, podemos resumir esa tesis como la marcada intención de una de las partes de confrontar ciegamente con la otra parte, para crear -de esa manera- un espacio propio de poder, y –llegado el momento- estar en condiciones de ‘negociar’ con la otra parte un acuerdo.
El camino elegido por Néstor Bosetti en los últimos años bien podría responder a esta tesis. Es indudable que el Ministro de Infraestructura ha decidido criticar hasta el hartazgo –sin importar si la crítica en cuestión era sobre algo criticable o no- al Intendente Capitalino. De esta manera ha aglutinado a un sector (pequeño, pero sector al fin) que se opone a ultranza a Quintela. Esa –siempre viéndolo desde la visión bosettista- es la ventaja que Bosetti mantiene sobre Paredes Urquiza en su lucha por la Intendencia.
Según trascendió en las últimas horas, el Ministro de Infraestructura se bajó definitivamente de la candidatura a Gobernador, y se dedicará exclusivamente a pelear por su gran sueño: la intendencia capitalina. Concordando con la tesis de Habermas, un ‘bosettista’ nos confió: “Para ser Gobernador, al Gitano le conviene arreglar con nosotros, Bosetti le puede aportar votos de afuera de su sector, Paredes no, son votos del mismo espacio”.
Es decir, lo que el bosettista nos quiere decir es que el elector que elija a Paredes como Intendente, naturalmente elegiría a Quintela como gobernador, no hace falta un acuerdo entre ambos líderes porque –mayormente- se trata de votantes Q que coinciden ideológicamente con Paredes; en cambio, quien tenga pensado votar a Bosetti como Intendente de ninguna manera elegirá a Quintela como Gobernador, salvo –claro está- que haya un acuerdo previo, entonces ahí Bosetti le aportará ‘votos nuevos’ a Quintela.
Es una hipótesis medio retorcida y complicada, pero no habría que descartarla si seguimos el refrán ‘la política es el arte de lo posible’. Nuestra fuente Bosettista culmina: “Acordate, van a cerrar, les conviene a los dos; con Bosetti, Quintela se asegura la gobernación, y con Quintela, Bosetti los barre a todos en Capital”.
¿Será?