En junio pasado se consumieron en La Rioja 11.304 metros cúbicos (m3), tanto de gasoil como de naftas, lo que marcó una baja del 4,9% con respecto a igual mes del año pasado y una disminución del 5,7% en relación a mayo de este año.
Según un informe de la Secretaria de Energía de la Nación, al que economiariojana.com.ar tuvo acceso, en La Rioja se comercializaron durante junio un poco más de 11 millones de litros de combustible.
Los datos oficiales marcan que se acentuó la caída en el consumo en las estaciones de servicio riojanas.
La venta de combustibles en la Provincia venía en alza hasta que en abril pasado mostró los primeros valores negativos (-13,6%). La tendencia se repitió en mayo (-1,6%) y se profundizó en junio (-4,9%).
Los aumentos de agosto
La baja en el consumo de las naftas va de la mano de los reiterados aumentos que se registraron en los combustibles a lo largo del año y particularmente en los últimos dos meses.
A principios de agosto YPF incrementó las naftas en un 5% y días después aplicó otra suba del 2%. Tras el incremento en la petrolera estatal, el resto de las empresas también determinaron otros aumentos.
Pero aún restaba una nueva suba dispuesta por YPF y que llegó al finalizar la tercera semana de agosto. En este caso, el incremento rondó el 1% y también fue aplicado por las petroleras privadas.
Mientras que en esta primera semana de septiembre existió una nueva suba, que osciló entre el 8% y el 12%, dependiendo de la empresa.
De acuerdo a un informe que economiariojana.com.ar publicó a mediados de julio pasado, las naftas aumentaron en La Rioja un 31,5% en los primeros siete meses del año. En ese mismo lapso de tiempo, los salarios de los empleados estatales riojanos apenas se incrementaron un 8% (a lo que se sumaría otro 8% que entró en vigencia en julio pero que se empezó a cobrar recién en agosto).
Hay que recordar que el mercado de las naftas se encuentra desregulado por el Gobierno nacional desde octubre del año pasado.
Panaderos preocupados por la venta de pan que cayó un 40 por ciento
El obrero de la panificación sugirió el pan sea entregado a los repartidores a 35 pesos, manifestando que “nosotros no somos formadores de precios”.
Carrizo se manifestó expectante por lo que suceda con los precios de los primordiales artículos, expresando que la bolsa de harina de 50 kilos les cuesta, hoy, mil pesos. “Es para preocuparse”, dijo y añadió que ya comenzaron a cerrar panaderías.
“Es que nadie puede aguantar las constantes subas. Es una situación muy complicada que puede agudizarse el mes que viene”, manifestó Carrizo, explicando que el comerciante tendrá que vender el pan entre 50 ó 55 pesos.
Ante este panorama, Carrizo indicó que la venta de pan cayó un 40% porque los costos son elevadísimos, más los aumentos “abusivos” de gas y energía, “hacen insostenible, hoy, la actividad”.
El titular de la Asociación de Panaderos también se refirió a la “lucha permanente” para conseguir abastecerse de harina, por cuanto los molinos entregan la materia prima en forma limitada.
Finalmente y ante consultas, Carrizo recibió una comunicación del Centro Industriales Panaderos y Afines de Córdoba (CIPAC), que comercializan el pan con los siguientes precios: francés 70 pesos, pan mignón 77, criollo común 115, criollo de hojaldre 129, mientras que cada factura vale 15 pesos; ni hablar de las especialidades.