Todo comenzó cuando, antes de que la cámara lo enfoque al mediático, Rial le preguntó con un tono muy serio: «¿Qué pasa, Mariano?». Al parecer, Berón estaba detrás de cámara hablando nerviosamente por teléfono. «Nada, estoy esperando para salir al piso», contestó él, con la voz entrecortada. Entonces, el conductor siguió: «¿Pero te pasa algo? ¿Tenés algo que hacer?». «No, estaba hablando con el abogado. Justo estaba por entrar a una reunión, y como no lo llamaron, me estaba preguntando qué pasaba», retrucó el hermanito.
«Sí, vas a salir, pero hay tiempos de televisión explicale a tu abogado», respondió Rial, ya notablemente molesto por la situación y la desprolijidad del momento que se estaba viviendo en pleno aire de Intrusos. «Igual vos podés explicar tu situación legal también», continuó. «No, yo del tema legal no voy a hablar, lo voy a dejar en manos de él (su abogado). Puedo agregar algún punto de vista que pueda llegar a tener y alguna experiencia que tuve con esto. Pero yo no estoy en condiciones de dar el punto de vista legal. No te puedo dar todo el panorama de la causa», reforzó Mariano.
Lo que siguió fue un fuerte descargo del periodista. «¿Entonces vos no vas a hablar nada? Discúlpenme que diga esto al aire, pero esto es un programa de televisión, no de radio. Sacar a alguien al aire por teléfono, y hacerlo largo, la gente se aburre y se va. Yo entiendo todo esto. Pero el que maneja el programa soy yo», explicó, enojado. Y cerró: «Chicos, esto es un quilombo. De verdad. ¿Tenemos un corte, algo, chicos? Mándenlo ahora, por favor».
Tras la pausa publicitaria, Rial explicó que había decidido finalmente no entrevistar a Berón. Según él, no le parecía atinado sacar al abogado por teléfono y tenerlo a Mariano callado en el piso. Lo cierto es que, aunque el conductor intentó no agrandar el conflicto, tras abandonar el canal el ex GH se largó a llorar en la puerta de América.
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