Aseguró que la mutual Fagro devolvió el dinero con creces y que el Estado provincial no fue perjudicado de ninguna manera.
Galván habló sobre los avances de la investigación en la que se lo acusa al ingeniero Bellia, ex presidente de Agro Andina Sapem, por un faltante de 4.100.000 de pesos.
En ese marco sostuvo que una de las acusaciones que le hacen “es que justamente él no tenía ningún tipo de atribución de disponer de ese dinero, en vez de ponerlo en un banco, la puso en una entidad financiera”.
En este punto explicó que “recordemos que Bellia es dueño de una acción de Agro Andina, por lo tanto él también es propietario de la sociedad. El ejercía como único miembro del directorio, y el estatuto social que rige en toda sociedad permitía y lo facultaba a hacer todo este movimiento. No es que estaba haciendo una actividad ilegal ni estaba fuera del marco de la ley”.
En este sentido, aseguró que hasta el momento varios testimonios “fueron coincidentes en confirmar y ratificar en que el dinero de Agro Andina que se colocaba primero en la mutual Fagro, fue devuelta en su totalidad a la empresa, junto con los intereses que eso generaba”.
Además dijo, que “cuando fue a declarar, el contador Fuentes Oro, el actual secretario de Hacienda, pero que en su oportunidad hizo un informe como auditor de la UCI, dijo que había una diferencia de dinero, pero nunca dijo ni ratificó que era una diferencia en contra o que faltara ese dinero; él dice que se limitó a una tarea administrativa.
¿Entonces de qué estamos hablando, cuál es el perjuicio que ha sufrido el Estado con la gestión del ingeniero?”, se preguntó.
A lo que agregó, “acá el Estado tiene que acreditar y demostrar con pruebas que ha resultado perjudicado en esa actividad. Con las pruebas que nosotros sí estamos aportando, están desacreditado todo esos hechos. Acá no hay un solo hecho que se esté demostrando que Bellia haya perjudicado al Estado”, ratificó.
Por otra parte, Galván manifestó también respecto a los testimonios que “todos han sido coincidentes en varios aspectos de lo que era la actividad y tarea administrativa, lo cual era llevado bajos libros contables y que los movimientos estaban todos registrados contablemente”.
A lo que relató a continuación que “una de las acusaciones que le hacen a Bellia, justamente recae en que llevaba una administración improlija, precaria, deficiente; y nosotros lo que pretendemos es dejar acreditado cuál era toda la operatoria que tenía todo el movimiento administrativo y comercial que tenía Agro Andina en la gestión del ingeniero Bellia”.
En este aspecto, dijo que “el dinero que se pedía era por notas que estaban autorizadas y aprobadas por el ministro de Hacienda, y recién se remitían los fondos”.