En paralelo, Mauricio Macri, padrino político del triunfo de Milei, tensiona por el último casillero de influencia que le queda en el armado de un gabinete en el que creyó tendría poder y hoy fue loteado casi exclusivamente a imágen y semejanza de La Libertad Avanza. El fin de semana, de hecho, habrá un encuentro reservado de Macri y Milei para darle un cierre a la historia del ministro más importante.
En diálogo con Página I12, un ladero de Milei volvió a sostener que «hasta el 10 de diciembre no se designará al ministro, porque hay tiempo». El nombre que pierde fuerza, por estas horas, es el de Federico Sturzenegger. El ex titular del Banco Central (BCRA) con Macri no está en buenas migas con el ex presidente y, además, le han acercado a Milei un documento escrito por Sturzenegger en el que es muy crítico con el libertario. Mauricio también insiste por ver si Luciano Laspina, economista de Patricia Bullrich, puede ir a Hacienda.
Así las cosas, hay otros dos nombres que circulan fuerte: por un lado, el de Guillermo Nielsen, amigo de años de Milei y actual embajador en Arabia Saudita y ex YPF. Habla seguido con el presidente electo. Por otro lado, suben las acciones de Luis «Toto» Caputo, el ex ministro de Finanzas de Macri y autor del endeudamiento a 100 años.
El economista que Macri denominó «el Messi de las finanzas» es tío, al igual que Nicolás «Nicky» Caputo, de Santiago Caputo, el más joven y prolífico de los armadores de la campaña de Milei Presidente. El libertario observa que Caputo puede ser ministro. Los que lo conocen aseguran que ya tiene «el nombre». Por ahora, esa premisa parece una gambeta hacia adelante, en el marco de un desconcierto y la búsqueda de alguien que se anime a representar cabalmente el ajuste.
En paralelo, mientras se define el ministro, Milei se ocupó particularmente de garantizar que el resto de la estructura ministerial en lo económico le responda directamente, evitando darle a Macri lugares estratégicos. Eso es clave, según el presidente electo, para que no se trabe el proceso de recorte y privatizaciones que tiene planeado.
Un gabinete económico a la medida
Todas las designaciones que se hicieron hasta el momento reflejan que Milei decidió poner en lugares clave a cuadros propios para avanzar con reformas que, entiende, son de fondo. En un primer momento, Macri quería que Guillermo Dietrich fuera el titular de Infraestructura, un superministerio que estará comandado por el ex KPMG Guillermo Ferraro. De carrera en el peronismo, Ferraro tendrá a cargo las divisiones de Energía, Minería, Transporte y Obras. En síntesis, podrá manejar Milei, con uno de su riñón, los aumentos de tarifas de servicios públicos y el corte a la obra pública, que ya avisó servirá para ajustar 2 puntos del PBI.
En YPF, Macri quería poner al ex Vialidad, Javier Iguacel, pero Milei jugó muy fuerte y designó al ex Tecpetrol (petrolera de Techint) Horacio Marín, que será a la vez presidente y CEO de la petrolera de bandera. El libertario quiere privatizarla, también con un gestor que no se lo impida. Además, lejos del amateurismo que se le endilga, con razón, Milei hizo una jugada política relevante en este caso: limpió a Macri en el área, que fue quien además le trajo a Paolo Rocca como único aportante de peso de su campaña. El ex presidente habló con Techint para derivar el aporte de campaña de Bullrich a Milei, y Milei le pagó corriéndolo de un área clave. Es que, además, el electo quiere liberalizar los precios de los combustibles, y allí YPF es punta de lanza de los aumentos, teniendo el 50 por ciento del mercado.
Por otra parte, algo similar pasó en el sector campo. Hasta el lunes a la tarde, Macri le insistió a Milei con designar al ex ministro Luis Miguel Etchevehere en Agricultura. Pero el electo no cedió y sostuvo a Fernando Vilella, un experto en biotecnología de la UBA. Lo mismo pasó con la designación de Carolina Píparo en ANSES y la búsqueda de un propio para comandar la AFIP. No está definido aún que allí vaya a ir el ex candidato a intendente porteño, Ramiro Marra.