Redacción de RiojaLibre
Desde hace tiempo los hermanos Igualada se desentendieron de la empresa de Transporte San Francisco. El año pasado, los hermanos sanjuaninos dejaron de ser intermediarios, y la posta la tomó directamente Angel Faijá. Faijá es el Presidente de DOTA, un grupo accionista con mucha historia (oscura) en Buenos Aires, dueños -entre otras- de la emblemática Línea 60 (ver info completa de DOTA más abajo).
De entrada, Faijá supo que ya no era ‘rentable’ seguir en La Rioja, y se propuso abandonar el servicio en nuestra Provincia, pero quedándonse con una jugosa cifra millonaria: $300.000.000. Esa fue la misión que le encomendó a Marcelo Pasciuto, quien manejara la Línea 60 hasta que por una muerte y otros conflictos debió dejar el cargo, y ahora se desempeña como Presidente de Transporte Atlántida S.A.
Pasciuto fue quien creó la tirantés entre Choferes y Gobierno, sin importar que toque su punto máximo el día del cruento enfrentamiento con la Policía, con el resultado de la pérdida de un ojo del Chofer Romano. A medida que RiojaBus tomaba forma, los métodos de Pasciuto se fueron endureciendo, llegando al acampe del 9 de Diciembre.
Viendo que el conflicto no tenía solución, Faijá decidió retirar a Pasciuto y poner en su lugar a Martín Salgado. No duró mucho el cambio: Salgado, más pensante y racional, no hizo caso al estilo combativo que se le exigía, y Pasciuto retomó a fines de Febrero.
Tras su vuelta, fiel a su estilo combativo, Pasciuto definió ‘llevar los Colectivos’ a la Plaza.
Ayer el Gobierno invitó una vez más a los referentes de los Choferes para hacerle una jugosa propuesta: comprar 20 colectivos (Modelos 2017) y el predio, con la condición de que San Francisco use ese dinero para indemnizar a los Choferes. Además, les ofrece a los Choferes un trabajo en el Estado con un sueldo equivalente a la Categoría 18. Vale recordar que este grupo de trabajadores no puede seguir como Chofer en RiojaBus porque NO pasaron el examen médico correspondiente.
La propuesta es inmejorable para los Choferes: indemnización millonaria para continuidad laboral. Pero a quienes no le cuadra esta operación es a Farjá y Pasciuto, que inisten con llevarse $300 millones de nuestra Provincia.
Farjá y Pasciuto pretenden venderle al Gobierno todos los colectivos (hay algunos Modelo 2014 que NO les sirven al Gobierno) más el predio a 300 millones de pesos. De allí usar 30 millones para indemnizar a los trabajadores y quedarse con 270 millones en el Bolsillo.
Esas cifras están muy alejadas de la realidad. San Francisco tiene 20 colectivos en condiciones para vender (Modelo 2017), que a precio de mercado cuestan $6 millones cada uno, más el Predio que tiene un valor de $30 millones. Eso da un total de 150 millones, la mitad de lo que pretende Farjá y Pasciuto. Pero lo más importante es que Provincia quiere poner como condición que todo el monto de la venta sea destinado para la indemnización de los trabajadores.
Esa es la verdadera historia. Hoy, son 150 millones la diferencia entre loq ue piden los empresarios porteños y lo que ofrece el Gobierno. Y otro punto crucial de discordia es el destino del dinero: Faijá y Pasciuto se lo quieren llevar a Buenos Aires, el Gobierno pretende que sea para los trabajadores.
DOTA, la empresa de Faijá
Artículo publicado por La Nación en 2016:
La compra de la 57 se suma a la que había concretado hace unos meses, cuando se alzó con la línea 168 que recorre el trayecto San Isidro-La Boca. Con estas adquisiciones, DOTA pasó a controlar más de treinta líneas de colectivos urbanos en Buenos Aires a través de distintas sociedades como Transporte Larrazábal, Lope de Vega o ETMO. DOTA también está asociada con la firma Nuevos Rumbos (línea 132) en la empresa NUDO, que a su vez controla a las líneas 6, 50 y 107.
El grupo además tiene prácticamente el monopolio de algunos corredores de la ciudad, como el de la avenida General Paz, donde es el dueño de las líneas 21, 28, 117 y 161.
DOTA también tiene el control de la línea 60, que en los últimos meses se vio envuelta en un conflicto sindical que derivó en la suspensión del servicio durante varias jornadas.
Al ser operador número uno del transporte en Buenos Aires, DOTA también lidera el ranking de subsidios.
Según la información oficial que publica el Ministerio del Interior y Transporte, sólo en los primeros once meses de 2015, la empresa madre del holding, DOTA SA de Transporte Automotor, recibió $ 430,6 millones en concepto de subsidio al transporte. A esta cifra hay que sumarle otros $ 900 millones que recibieron algunas de sus principales subsidiarias, como Transportes 12 de Octubre (que opera la línea 7), Transportes Río Grande (líneas 5,8, 23), Transportes Lope de Vega (56, 76, 91, 135) y Transportes General Roca (21, 108).
Los subsidios no se terminan ahí, ya que DOTA también se benefició de otros aportes estatales por otros $ 700 millones, a través de las sociedades en las que tiene una participación (en la mayoría de los casos, mayoritaria), como CUSA (línea 106), Transportes 27 de Junio (línea 99), General Tomás Guido (9, 84) y NUDO (5, 6, 107).
DOTA nació a partir de la operación de la 28 (Retiro-Puente La Noria), con la razón social Doscientos Ocho Transporte Automotor, y en la actualidad controla a más de treinta líneas que recorren la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Muchos de sus colectivos se pueden identificar por contar con el dibujo de una abeja gigante en el costado de sus unidades, como ocurre en los casos de las líneas 28, 5, 117 o 101.
Accionistas
El grupo está controlado por la familia Faija y sus principales operadores del negocio son José y Ángel Faija, que tienen como socios en las distintas líneas a Luis Rodríguez y José Santoli.
El mismo grupo accionario también tiene un pie en el negocio de las terminales de colectivos, ya que controla la firma Megacar, que es el representante oficial en la Argentina de la compañía brasileña Industria Agrale, y para completar su proceso de integración vertical, DOTA también controla a la carrocera Todobus.