Redacción de RiojaLibre
El 10 de Diciembre de 2015 Ricardo Quintela dejó el Palacio Ramírez de Velasco después de cumplir doce años como Intendente. Su espacio perdió la Capital en las elecciones del 5 de Julio de ese año, y ‘el Gitano’ no se retiraba de la mejor manera posible. Quintela no tuvo la posibilidad de ir por la Gobernación, y el tercer lugar en la lista de Diputados Nacionales no satisfizo para nada a sus seguidores.
Ricardo Quintela volvía al llano político, y el Quintelismo se debatía entre la lealtad o la supervivencia. La gran mayoría eligió por la subsistencia, haciendo sus propios caminos. Pero hubo una dirigente que no dudó en rechazar el cargo que se le ofreció del Gobierno Provincial, para quedarse al lado de su Jefe Político. No solo fue ‘quedarse para acompañar en las malas’, sino que fue la gran artífice de comenzar la reconstrucción mejorada del Gitano.
En esos dos años entre 2015 y 2017, Quintela perfeccionó su figura, dejó de lado lo que tenía que dejar, y profundizó sus bondades. Allí comienza el origen de Ricardo Quintela Gobernador, y Gabriela Pedrali fue una artífice innegable en ese proceso.
Pedrali no solo confió ciegamente en las posibilidades de triunfo de Quintela, sino que fue vital en el proceso para que ello sucediera.
Ahora, mirando para adelante, Gabriela Pedrali tiene un desafío propio por delante. Estará al frente del Ministerio más importante del Gabinete, no solo por su jerarquía política, sino porque es el que más deberá trabajar para salir de la crisis social y económica que deja el Macrismo.
Pedrali fue la sombra protectora que tuvo Ricardo Quintela en su camino a la Gobernación. Tras el triunfo del 27 de Octubre, su lugar entre los Personajes del Año era cosa juzgada.