Redacción de RiojaLibre
Hasta hace dos meses y medio, Argentina estuvo sometida a un fuerte debate entre Celestes y Verdes, entre quienes consideran un delito el Aborto seguro y quienes creen que -hasta las 12 semanas de gestación- la interrupción del embarazo debe ser una alternativa legal y segura para la madre. El Proyecto tuvo media sanción en Diputados, pero fue rechazado por el Senado.
Durante el último fin de semana, en Chamical, una joven de 22 años fue el claro ejemplo de la confusión que reina al respecto. María Belén Romero NUNCA quiso tener un hijo. Vaya a saber por qué motivo (quizás por no ser una ‘delincuente’) NO abortó y siguió adelante con su embarazo. Parió de manera prematura, en su casa, ayudada por una amiga, y sin atención médica. Luego de dos horas, llevó a su bebé y lo dejo abandonado en una salita de diálisis.
Tras abandonar a la critatura, Romero denunció a otra joven (Gisela Paredes), haciéndole creer a la Policía que Gisela había dado a luz en su casa y salió corriendo, subiendo a un auto blanco, el auto blanco es de su hermano”. Los peritos hicieron los estudios pertinentes y dieron negativos: la madre del bebé hoy muerto es María Belén Romero.
Más allá de las idas y vuelta, hay algo que queda claro: María Belén Romero NUNCA imaginó su vida con un bebé. No lo abortó, pero apenas lo parió, lo abandonó en una salita.
La pregunta, y el debate correspondiente, seguirán dando tela para cortar: ¿María Belén es una Asesina o una víctima de los Senadores y quienes no le permiten decidir por su propio cuerpo?