Así, pidió colaboración a las provincias vitivinícolas, al INTA, al Fondo Vitivinícola y a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
Claro que conseguir un vino con el halo de santidad y una estética especial para que el Sumo Pontífice celebre misa no fue sencillo. Lo llamaron “Todos” y ya está elaborado con uvas de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Neuquén y Río Negro. En total, se fabricaron 450 litros. Cristina le entregó a Francisco en mano unas diez botellas y aseguran que el resto de la partida llegará en estos días.
La variedad es la blanca Torrontés Riojano, certificado como apto para la celebración de la misa. Las uvas de las pequeñas fincas llegaron a Mendoza y fue elaborado en la bodega experimental del Centro de Estudio Enológicos del INTA, en Luján de Cuyo, según el método del Padre Oreglia para poder ser certificado como vino de misa. “Es dulce natural con 13,7% de alcohol”, explicó el enólogo Santiago Sari, responsable de la microvinificación.
El diseño de cada botella fue del estudio Boldrini & Ficcardi, expertos en etiquetas. Eso sí, aseguran que salvo los productores, nadie cobró un centavo. En Mendoza dicen que cada botella que va a Roma lleva un ruego especial. Es la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos.
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