Nadia Podoroska es La Cenicienta de Roland Garros. A sus 23 años vive un cuento de hadas en el Grand Slam parisino y su sueño parece no tener techo. Es que la rosarina hizo historia al consolidarse como la primera tenista de la era abierta (desde 1968) al clasificar a las semifinales del codiciado torneo francés tras haber provenido desde la qualy.